Asunción Balaguer y Paco Rabal: la historia de un gran amor que sobrevivió a las infidelidades

Asunción Balanguer descansará en paz en Águilas (Murcia) junto al que fue el amor de su vida . Se dieron el «sí, quiero» en 1951, tan solo un año después de conocerse. Se enamoró perdidamente del guapísimo y rudo actor cuando apenas tenía 20 años. Paco Rabal se declaró en mitad de un autobús, camino de Córdoba a Algeciras. Para ella fue el único hombre de su vida, algo de lo que nunca se arrepintió. «Antes tuve un noviete, un chico de Manresa, pero no me decidí. ‘Conocer’ como se debe ‘conocer’ solo a Paco. Fue y ha sido el único», reconocía en una entrevista que concedió en junio de 2013 a «XL Semanal» . Y añadía: «Ni en los malos momentos me ha gustado otro hombre. No he sido coqueta. Además, seguro que Paco no me habría perdonado una infidelidad; me hubiera dejado».

Por él dejó los escenarios. Mientras Paco Rabal triunfaba y viajaba por el mundo, Balaguer se quedó al cuidado de sus hijos: Teresa y Benito Rabal. Sin embargo, no todo fue bueno en su matrimonio. Balaguer conocía a la perfección a su marido y era consciente de que Paco Rabal fue un perfecto infiel . «Me enfadaba solo un rato cuando Paco regresaba a casa feliz de sus aventuras con otras mujeres; porque él no me engañó, yo lo sabía todo», reconocía en la citada entrevista.

Aunque fueron muchas las noches en las que Paco Rabal no regresó a casa, Asunción Balaguer le adoraba: «Una vez estuve a punto de quejarme de algo muy gordo delante de mi hija y ella me dijo: 'Papá nunca habla mal de ti'. Ellos sabían cómo era su padre, un hombre cariñoso y bueno. A ellos les disgusta que la gente diga que su padre era mujeriego». Sí que es verdad que tuvo alguna intentona de abandonarle pero nunca llegó a hacerlo.

Como dijo Rabal en una ocasión sobre su esposa: «Al principio, fue mi amante; luego, mi hermana; y, después, mi madre». Balaguer cuidó de él hasta el final de sus días y le ayudó con su problema con el alcohol. «Fui a médicos muy buenos para lograr que dejara el alcohol, porque el alcohol lo lleva todo. A veces pienso que si hubiera sido más severa...». Lo único que nunca llegó a perdonarle fue el hijo que tuvo con otra mujer. Se enteró cuando Paco Rabal ya había fallecido y es algo de lo que le costaba hablar.

La actriz de Manresa vivió una bonita etapa tras su fallecimiento. Regresó al trabajo y se sintió «joven de repente», como ella misma dijo, pero, pese a todo, no entendía la vida sin él: «Yo no puedo vivir sin su sombra , porque he sido muy feliz y me ha dado cosas muy bonitas».