Balenciaga fulmina al diseñador Alexander Wang

A estos resultados positivos se añade una potente toma de posiciones de Hermès y LVMH . En LVMH las ventas han subido un 9% en el segundo trimestre de 2015 debido al buen funcionamiento de un Louis Vuitton renovado y del recientemente adquirido Bulgari. En este entorno competitivo, son cada vez más las segundas y terceras marcas de los grupos las que se espera que añadan impulso a las ventas, en vez de ir -como fueron durante décadas- al rebufo de sus «hermanas mayores». Dentro del grupo LVMH, Céline, Fendi, Donna Karan y Marc Jacobs siguen en crecimiento.

Así las cosas, su competencia directa, Kering, donde Bottega Veneta y Saint Laurent van viento en popa, ha decido cambiar el rumbo de Balenciaga. Alexander Wang, contratado en noviembre del 2012 como sustituto de Ghesquière, no ha acercado la gran casa Balenciaga al estilo deseado por sus propietarios , que han decidido buscar un creativo que, junto al recientemente renovado equipo de gestión, le saque el partido merecido a una de las marcas más prestigiosas del entorno mundial.

El último desfile de Wang para Balenciaga, previsto este otoño, podría protagonizarlo un nuevo director creativo si lo encuentran, tal y como hizo Alessandro Michele en Gucci tras el despido de Frida Giannini. La casa Balenciaga, que en 2017 celebra su centenario, querría preparar una puesta en escena digna de Don Cristóbal, uno de los modistos más insignes de todos los tiempos, maestro de Givenchy y De la Renta, respetado por la muy crítica Coco Chanel y verdadero estandarte de la moda española.

Balenciaga, que ha crecido o en los últimos 7 años de modo progresivo, ha visto aumentado exponencialmente su número de tiendas, ampliando principalmente las divisiones de zapatos y bolsos. Aunque las ventas han superado los 350 millones de euros y Wang es adorado en muchos lugares del mundo -entre otros, en Estados Unidos-, puede ser que el toque «callejero» y algo punk que le ha dado a las colecciones de Balenciaga no fuera exactamente del gusto de los directivos de Kering , que desean posicionar la marca definitivamente con un aire menos temporal. Un exceso de color negro, tachuelas, transparencias, telas de red, camisetas alternativas e incluso un cierto aire gótico, habrían parecido una copia demasiado exacta de muchas prendas del Saint Laurent de Slimane.

Se estima que la casa Balenciaga podría superar tanto a Bottega Veneta y Saint Laurent en el seno de Kering, para lo cual haría falta dotar a la marca de un ADN más intemporal. También se comenta que Wang estaría dedicando mucho tiempo a su propia marca, para la cual busca inversores . Desea rentabilizar rápidamente su fama y eso supondría una gran contraindicación para la fuerte apuesta que se planea en Balenciaga. Wang querría emular el éxito de Marc Jacobs con su propia marca, sin darse cuenta de que el neoyorquino se ocupó de lleno en Vuitton durante tres lustros antes de centrarse en su propia casa.