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Beatriz de Orleans casa a su hijo pequeño

Más de 300 invitados han asistido al enlace de Francisco de Orleans y Theresa von Einsiedel

Beatriz de Orleans casa a su hijo pequeño getty

alberto espinosa grau

Hay bodas y bodas. Y la celebrada este fin de semana en Baviera será muy recordada por los más de 300 convidados que acudieron a la llamada de la princesa Beatriz de Orleans, que casaba a su hijo pequeño , Francisco de Orleans (32 años), con la aristócrata alemana Theresa von Einsiedel (30). Una unión de cuento de hadas por todo lo alto, que ha emparentado a dos grandes casas europeas, los Orleans y los Von Einsiedel, una familia noble vinculada a grandes dinastías del calendario Gotha como los Von Thurn und Taxis, los Baviera o los Luxemburgo.

El sol acompañó en el último fin de semana de julio para que la novia, radiante y de blanco, luciera la tiara familiar sobre su melena rubia. El vestido, que era una de las incógnitas mejor guardadas, fue encorsetado y bordado en la parte superior, con encaje en las mangas y vuelo en la falda. Un ramo de rosas en tonos amarillo y rosa completaba el «look» digno de una princesa de cuento. Francisco, por su parte, se decantó por un elegante chaqué con camisa blanca, chaleco amarillo y corbata azul estampada. Eso sí, el sombrero de copa gris fue su toque para este día tan especial.

Fin de semana intenso

Han sido tres días de movimiento en Niederaichbach, el castillo familiar de la novia, en la localidad de Landshut, en la zona de Baja Baviera, donde han tenido lugar las celebraciones de la boda. La ceremonia civil se realizó en la mañana del viernes , y ella sólo acudieron los familiares más cercanos. Beatriz de Orleans lució un diseño de Christian Lacroix. Ya por la noche el sabor español estuvo muy presente en una gran fiesta flamenca. Un guiño a la patria del novio, que nació el 10 de febrero de 1982 en la Clínica Santa Cristina de Madrid, mientras su madre dirigía Dior .

En la mañana del sábado tuvo lugar la ceremonia religiosa, en la Basílica de St. Jakob, en Straubing. Beatriz de Orleans vistió un conjunto del diseñador español Santiago Bandrés.

El castillo de los Von Einsiedel, una casa del siglo XVII que tiene su propia capilla y un edificio residencial dividido en dos alas , fue el escenario perfecto para el almuerzo de honor tras la ceremonia, en el que los invitados lucieron chaqué y las señoras, vestido cóctel. Por la noche, un gran baile de gala puso punto y final a las celebraciones. Los invitados, de esmoquin y vestido largo, bailaron hasta altas horas para celebrar esta unión.

Rumbo a París

Una de las anécdotas del enlace la protagonizó el propio Francisco de Orleans al salir de la Basílica, que no dudó en conducir él mismo el coche nupcial que les llevaría al lugar de la celebración. Una elegante -y aristocrática forma- de coger las riendas, literalmente, de su nueva vida, rumbo a París, ciudad en la que la pareja se instalará definitivamente, y donde él dirige su exitosa empresa de paisajismo.

Theresa dejará su trabajo en la prestigiosa agencia de relaciones públicas alemana Schoeller & Von Rehlinger, en Múnich, donde trabajaba hasta ahora, y se trasladará a París con Francisco. Entre sus planes está el de estudiar francés para poder hablarlo con su marido, con el que por el momento se comunica en inglés.

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