CASO NÓOS

El deterioro físico de Iñaki Urdangarín

Lejos quedan los tiempos en los que el exjugador de balonmano lucía una musculada figura

El deterioro físico de Iñaki Urdangarín AFP

abc.es

Dos años y medio . Ese es el tiempo que ha pasado desde que Iñaki Urdangarín, esposo de la Infanta Doña Cristina, fue imputado por el juez José Castro. El motivo: su presunta participación en un supuesto desvío de dinero público desde el Instituto Nóos, que él presidía ... . Los cargos por los que la Fiscalía anticorrupción le imputa son malversación, fraude, prevaricación, falsedad y blanqueo de capitales. Desde entonces, los problemas con la justicia y el ser apartado de cualquier actividad oficial de la Casa Real española por su falta de ejemplaridad , han derivado en un evidente deterioro físico del duque consorte de Palma de Mallorca.

Urdangarín, que fue jugador de balonmano de élite, formando parte del equipo del Fútbol Club Barcelona y de la Selección española (con la que participó en 9 grandes eventos internacionales), era un hombre alto y musculado cuando contrajo matrimonio con Doña Cristina . Una vez que abandonó el deporte a nivel profesional, siguió en plena forma, como es propio de alguien que disfruta de una vida completa también fuera de las canchas de juego.

Sin embargo, el tiempo pasa y el exjugador de balonmano, que este enero cumplió 46 años, ha tenido que soportar el paso del calendario aderezado con un proceso judicial que ha puesto su cara en todos los medios de comunicación. La presión mediática, las continuas averiguaciones sobre sus presuntas actividades fraudulentas y quizá el peso de su conciencia por haber arrastrado a su esposa a verse imputada por blanqueo y fraude fiscal, también están haciendo mella en su aspecto. Lejos de ser aquel joven alto y deportista, ahora se observa a un Urdangarín con bolsas en los ojos y ojeras. Además ha perdido peso y poco parece quedar de aquellos músculos que se intuían bajo su ropa. Los signos de agotamiento son evidentes, con una delgadez que acentúa sus pómulos y nariz, e incluso en ocasiones se le ha visto con una vestimenta que parecía quedarle grande. De perfil más anguloso y arrugas más marcadas, su deterioro físico es evidencia de una travesía judicial a la que todavía le quedan muchos capítulos.

El deterioro físico de Iñaki Urdangarín

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