Luis Medina: «Llevo igual de bien ser hijo de Naty Abascal que del duque de Feria»

El conde de San Martín de Hoyos habla en ABC de su infancia solitaria a la sombra de unos padres famosos pero a veces ausentes. Mañana votará a Arias Cañete

Luis Medina: «Llevo igual de bien ser hijo de Naty Abascal que del duque de Feria» rubén díaz díez

marina pina

Conduce rápido pegado al arcén, fuma con frecuencia y no le gusta madrugar. Es tímido y las cámaras de televisión le imponen todavía, tanto que bromea asegurando que necesita «una cervecita» antes de empezar la entrevista. Cuando entra en confianza, Luis Medina (33 años), ... conde de San Martín de Hoyos, hijo de Naty Abascal y el duque de Feria eterno «soltero de Oro» , cuenta chistes y se ríe, momento en que le aparece un profundo pliegue en el cachete derecho. ABC compartió un día de playa con el empresario.

Cuando Luis tenía ocho años, sus padres se separaron. Su madre, Naty Abascal, era una modelo internacional y su padre Rafael Medina Fernández de Córdoba, uno de los miembros de la casa Medinaceli, duque de Feria y marqués de Villalba. En ese momento, el joven comenzó un periplo por colegios de distinto tipo y en diferentes países que marcarían su personalidad y que le sumirían en momentos de soledad. De los jesuitas de Villa Franca de los Barros (Badajoz), pasó a sendos internados en Inglaterra y Estados Unidos para acabar en el Alfonso XII, en El Escorial. Su hermano Rafa se quedó en Estados Unidos mientras él repetía curso volvió a Sevilla a otro colegio. Allí estudió COU en el americano de la calle Muro de los Navarros.

-¿Cómo recuerda esos años?

-La vida a veces te depara eso por tus padres. Como todo, tiene un período de adaptación y unas carencias porque pierdes el arraigo y a tu gente. Pero luego tiene cosas positivas, como la madurez o la perspectiva que te da estar viajando desde pequeño. Eso te curte a tu favor.

-¿Pero recuerda algún momento difícil?

-Claro, hay momentos de soledad, no tienes a ningún familiar, ni siquiera a tu madre, y hay momentos duros y carencias. Sobre todo porque, al final, por mucho que estés en un internado con tutores, el consejo que te va a dar un padre siempre es más acertado.

No habla de la estancia de su padre en la cárcel. Él tenía trece años cuando ingresó en prisión. Cuando se le pregunta cómo lleva ser «hijo de», él responde contundente: «Muy bien, llevo igual de bien ser hijo de Naty Abascal que del duque de Feria. Al final soy hijo de mis padres y estoy muy orgulloso de serlo».

-¿Qué aprendió de ellos?

- He cogido lo mejor de cada uno . Mi padre tenía grandes virtudes, su personalidad, su nobleza, su forma de ser... Y bueno, de mi madre tengo otros valores. Es una persona muy luchadora que te lo contagia, y también su energía y sus ganas de vivir.

Deporte

Hablamos compartiendo un gintonic en un hotel de Tarifa, después de una jornada de deporte tan agotadora que, a la hora de comer, Medina le pidió a la camarera de la cofradía de pescadores de Sancti Petri: «Tráigame cerveza pa’ una boda». Porque el aristócrata conserva su acento sevillano y costumbres que delatan que es andaluz: tan pronto toca bulerías con un mechero sobre una mesa, se refiere a las mujeres como «niñas» o cuenta un chiste.

Al escribir su nombre en Google , el buscador tarda menos de un segundo en arrojar más de nueve millones de resultados. Los primeros versan sobre su vida personal. Pese a que Luis asegura que sólo se ha buscado en Google «para encontrar fotos determinadas», le sorprende y le disgustan los resultados de la página. «Para mí es incómodo hablar de mi vida sentimental porque es lo más privado. Es una intromisión innecesaria, no creo que aporte mucho saber con quién estoy o con quién no», comenta.

Luis Medina se aficionó al kitesurf el año pasado y se «enganchó» tatno que ha alquilado una casa en la costa gaditana para practicarlo este verano. Según él, ese deporte solo ofrece ventajas. «Es una buena excusa para tener algo que hacer en verano en la playa. Yo lo de ir a la playa a tomar el sol no lo llevo nada bien, es algo que no aguanto. Además te ahorras muchas horas de chiringuito y cervecita» bromea entre risas.

Mientras charla tiene sus gafas de sol, de Polaroid, puestas. Son espejadas y con el novedoso cristal Ultrasight, que incluye un filtro polarizado en el centro de la lente. Resulta raro charlar con alguien sin ver sus ojos, ocultos detrás del cristal. Un fotógrafo inmortaliza distintos momentos de la entrevista y Luis responde con lentitud: «Perdona, es que al ver la cámara pienso que me están grabando y me pongo nervioso», explica. El fotógrafo se va, y Luis parece más tranquilo.

La tauromaquia es otra de sus pasiones. Aunque no es común verle en la plaza, asegura que se aficionó gracias a un amigo del colegio: «recuerdo que en los tentaderos en Extremadura daba unos pases», desvela. Esta temporada estuvo en Las Ventas junto a Karolina Kurkova y el pasado jueves presenció la lidia de Morante de la Puebla junto a su hermano, Rafael , y su cuñada, Laura Vecino.

Familia con historia

Desde 2012 ostenta el título de conde de San Martín de Hoyos, algo a lo que, como casi todos los aristócratas, resta importancia. «No es algo tangible, no me condiciona absolutamente nada». Incluso reconoce que tener un título por herencia «no es ningún mérito».

-¿Es un honor?

-Desde luego, pero no tener un título en sí, sino saber que he tenido la suerte de nacer en una familia con toda una historia detrás , ligada a la Historia de España y en la que antepasados míos fueron protagonistas de momentos importantes. Entonces, hombre, eso sí que es algo que no todo el mundo puede tener. Eso para mí es una suerte, más que el hecho de llevar un título. Heredar un título es como tener la nariz de tu padre o la altura de tu madre, no es un mérito.

-¿Qué opina de los títulos que ha otorgado recientemente el Rey a empresarios o deportistas?

-Yo creo que dar títulos a personas por su carrera, igual que cuando en Inglaterra nombran caballeros a personas por su expediente. Me parece que tiene más mérito, porque ese señor se lo ha ganado en vida, yo lo he heredado. En mi caso tengo un título por haber nacido en determinado sitio, y no tiene ningún mérito. Tengo un título por haber nacido, por haber sido «hijo de». Yo valoro muchísimo más los títulos que se dan por méritos propios que los heredados.

De sus palabras se desprende que Luis Medina no sigue las noticias, pero su desenvoltura entre periodistas le hace salir airoso en la pregunta sobre si está pendiente la actualidad económica. «Me intereso por las noticias de mi sector. No me influyen en el día a día pero me dan una pista de por donde tirar. Y a nivel económico, que se habla de cosas macroeconómicas, pues bueno, te viene bien verlo», explica.

Lujo y Partido Popular

Por su «sector» se refiere a la comunicación de moda de marcas de lujo. A lo que se dedica desde hace siete años. En medio fracasó con una marca de joyería, Ceylan 1943. Antes probó suerte en una sociedad de valores y en una inmobiliaria. Fue cuando se dio cuenta de que ser una cara conocida tendría alguna desventaja.

-¿Por qué se inclinó por la comunicación de moda?

-Porque me sentía cómodo. Donde tenía la credibilidad ya ganada era ahí. Tanto en la banca como en lo inmobiliario, cuando un cliente me reconocía de las revistas y le hablaba de banca no se terminaban de fiar. En cambio. cuando empecé a trabajar en moda, la gente se interesaba por lo que tenía que decir.

-Entonces, ¿le condicionó ser popular?

-Exacto, yo ahora sé que cuando empecé había gente que por el hecho de ser hijo de Naty Abascal ya pensaban que yo tenía experiencia en moda. Eso me allanó un poco el terreno.

Tampoco parece tener mucho interés por la actualidad política, pese a ello, sabe cuáles son sus preferencias. Según Luis «en este país ha quedado demostrado que según que partido gobierne vamos para alante o para atrás». Quizá por eso sentencia: «Quiero que gane Arias Cañete».

En un ambiente relajado, Medina responde a todas las preguntas con sinceridad. Parece una persona sensata a pesar el halo de vividor que le rodea. Porque cuando su hermano Rafael se casó y empezó a triunfar con Scalpers, se convirtieron en dos perfiles diferentes. Quizá solo discrepan en su manera de disfrutar de la vida.

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