Las dificultades de Tamara Falcó para ser marquesa

Pese a que a ella el «encantaría», su padre no desvela sus planes. Su hermana Sandra ya tiene título y Manuel es el heredero

Las dificultades de Tamara Falcó para ser marquesa

beatriz cortázar

Martes 20 de abril. La calle Ayala de Madrid se llena de reporteros a la espera de la llegada de Tamara Falcó Preysler (32 años). Es la madrina de la nueva tiende de Follie Follie, así que tendrá que posar y hablar ante las ... cámaras. Así es el juego del photocall. Para entenderlo, recomiendo ir al teatro Gran Vía donde el actor y relaciones públicas Fernando Candela protagoniza la comedia «Los pijos también lloran». Y para pijas, la hija de Carlos Falcó (77) e Isabel Preysler (63), la adorable Tamara, que llega con la clásica demora de quien sabe que es protagonista.

Con su encantadora sonrisa, Tamara habla de la firma, del viaje solidario que hizo a África y tan profunda huella le dejó, de los nuevos Santos del Vaticano, de su manera de entender la religión, de su familia… Hasta ahí, lo habitual. Hasta que alguien lanzó una pregunta que cambió todo su discurso: quería saber la posibilidad de que heredara el marquesado de Griñón. Ante tal cuestión, Tamara fue tan sincera y espontánea como siempre: «Me encantaría ser marquesa». Ni más ni menos. Una ilusión que, para convertirse en realidad, tendría que pasar por un complicado proceso y un acuerdo unánime de la familia, algo bastante improbable a decir de los expertos en legados nobiliarios.

El único que podría dar un título a Tamara sería precisamente su padre, el marqués de Griñón, ahora nuevamente soltero tras su tercer divorcio con Fátima de la Cierva, con quien contrajo matrimonio en 1993. Falcó se casó en primeras nupcias, en 1963, con Juana Girod, con quien tuvo a sus hijos Manuel y Alejandra, más conocida como Sandra. Después vino su sonadísima boda con la exmujer de Julio Iglesias, Isabel Preysler, con quien se prometió amor eterno en una ceremonia que se celebró en su finca de Malpica (Toledo), en 1980. De esa unión nació su hija Tamara, quien no guarda ningún trauma por la ruptura de sus padres. De su enlace con Fátima de la Cierva nacieron dos hijos más, Duarte (18) y Aldara (16). El final de este matrimonio sí fue toda una sorpresa, ya que no parecían tener problemas. A sus 77 años, está libre y sin compromiso, y disfrutando de lo que, dicen, es su gran pasión: la producción de vinos, que ahora compagina con la de aceite.

Carlos Falcó tiene los marquesados de Castilmoncayo y Griñón, ya que su madre, Hilda Fernández de Córdova, decidió conceder a su nieta Sandra el marquesado de Mirabel tras la conformidad de su hijo y con el visto bueno del Rey. Por ello Sandra, ya ostenta el título de marquesa mientras que su hermano mayor heredará, como primogénito que es, los otros dos marquesados. Casado con Amparo Corsini, Manuel Falcó es padre de tres niños (Carlos, Manuela y Mariana), así que es muy improbable que Tamara pudiera quedarse con uno de los dos marquesados que ahora ostenta su padre.

En un improbable caso, para conseguir el título de marquesa hay dos únicas vías: por distribución o por cesión. Para evitar problemas en un futuro, si quisiera concederle un título a su hija lo más recomendable sería que Griñón lo decidiera en vida, ya que lo puede introducir como una adenda en su testamento siempre y cuando el Rey se lo apruebe y esté certificado con un documento que así lo avale. La distribución de títulos se puede hacer siempre que haya más de uno y que el de mayor importancia sea para el primogénito, con independencia del sexo que sea. Si el Monarca lo aprueba, no hay nadie que lo pueda impugnar ya que este título crearía nueva cabeza de línea. Insisto en que sería la mejor fórmula, puesto que si es por cesión, todos los posibles sucesores de ese título tendrían que firmar su renuncia en acta notarial, incluidos los sobrinos de Tamara. Sin embargo, y tras el caso del ducado de Fernandina, la cesión puede acarrear múltiples problemas y largos pleitos en los juzgados.

Tal vez por ese motivo, o porque aún no quiere desvelar detalles, el propio marqués de Griñón no quiere hacer ningún comentario sobre esa posibilidad. Es un asunto sobre el que evita pronunciarse, como así me lo hace saber. Que Tamara pueda ser la futura marquesa de Griñón es una posibilidad remota, aunque no por ello imposible. 

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