Tamara Falcó: «Desayuno todas las mañanas leyendo el ABC»

«We Love Tamara» se estrena el 12 de septiembre en Cosmopolitan Televisión y promete descubrir a una Tamara mucho más real que aquella que vemos en el papel couché. Y es que ella es mucho más real de lo que parece. «No voy a poder ver el estreno porque estaré inaugurando una tienda de Porcelanosa en Marbella» , dice sin complejos. El «reality» dista mucho de aquella incursión televisiva que hizo su madre en los años 90. «Honestamente, el programa que hizo mamá, en el que enseñaba cómo poner un tenedor durante 45 minutos, no daba para mucho más», reconoce entre risas.

Bajo el lema «Ahora mi vida la cuento yo», la hija del marqués de Griñón nos enseñará en doce capítulos el glamour que rodea su rutina diaria: sus amigos de la jet-set, sus viajes y fiestas, y hasta sus momentos de fervor religioso . «Aseguramos acceso exclusivo al entorno de una de las dinastías más famosas de la prensa rosa», dicen los responsables de La Caña Brothers, productores de «We Love Tamara».

–Tamara, ¿por qué cree que despierta tanta fascinación?

–Es algo que he heredado. No es algo que me haya ganado. Pero me siento muy querida por la gente. No sabía que el programa iba a generar tanta expectación . De hecho, hace solo una semana abrí mi cuenta de Twitter y ya tengo más de 7.000 seguidores.

–¿A dónde le gustaría llegar?

–Me gustaría ser periodista y hacer entrevistas. Es lo que he estudiado y me divierte muchísimo. ¡A ver si me cogéis en el ABC! Es el periódico que leo todas las mañanas cuando desayuno.

–¿No se contenta con ser una chica de la alta sociedad?

–No es por echarme flores, pero no hay ninguna tan mediática como yo. No es algo que haya buscado. Mis padres me lanzaron a este mundo. Pero tienes que seguir motivándote con nuevos proyectos. Mi vida social es importante, pero mi trabajo también . Mi otro sueño es formar una familia. Pero ahora no tengo novio, ni hijos, así que tengo que aprovechar para despegar profesionalmente.

–Y, ¿por qué la televisión?

–El programa es un 360 grados de mi vida. A veces quiero transmitir cosas que cuando se ponen por escrito se malinterpretan. Lo que me gusta de la televisión es que capta la esencia de lo que quiero decir.

–¿Qué consejos le ha dado su madre?

–Solo me dijo que sea yo misma y que hable más pausada.

–La veremos tirarse en paracaídas con su amiga la princesa Scilla Ruffo di Calabria. ¿A qué otras figuras de la jet-set veremos en el programa?

–A Fabrizzia Ruffo, Inès de la Fressange, Christian Lacroix, Giorgio Armani, Astrid Muñoz, y muchos más.

–La prensa está fascinada con su religiosidad. ¿Ha dejado que las cámaras la acompañen a misa?

–Durante el rodaje, las cámaras me pillaron mientras rezaba en un viaje en avión. Tuve la duda de si guardar el rosario y no dejar que me grabaran, o dejarlos seguir. Me parecía un momento muy personal, pero no por eso creía que fuera incorrecto que lo viera la audiencia. Después se lo pregunté a mi confesor, y me dijo: «Bendito sea Dios, te han grabado mientras rezas». Sí, me verán en ese momento.

– ¿Por qué todos están tan sorprendidos con su fe? Después de todo, España es un país católico...

–A mí también me chocó muchísimo. No entiendo por qué a todo el mundo le interesa tanto ese aspecto. Creo que hay mucha falta de fe. Nos hemos acostumbrado a vivir en un mundo sin Dios y de repente que Él me haya tocado a mí despierta mucha curiosidad en la gente. Espero que haya muchos más rezando, Dios está ahí esperándonos.

–Usted es como la nueva Gloria Thurn und Taxis, la «princesa conversa»...

–¡Sí! Conozco su historia. De hecho, soy amiga de su hijo Alberto. Él está en la Orden de Malta y yo colaboro con ellos.

–Hablando de títulos nobiliarios, ¿su padre tiene guardado uno para usted?

–No lo sé...

–¿No lo sabe?

–(Risas) Bueno, no creo que sea pronto. Será póstumo. Ahora es él quien los tiene. Le corresponden y se los merece.

–¿Le hace ilusión tener uno?

–Me encantaría. Nada me haría más ilusión que mi padre me dejara un título.