En la cama de Sissi

Pese al lujo interior, tal vez lo más espectacular de la exclusiva oferta sean las vistas: prácticamente desde todas las habitaciones de la suite, los huéspedes podrán disfrutar de una visión panorámica de una glorieta del popularmente conocido como Versalles vienés , con sus fuentes, sus jardines y las 160 hectáreas que conforman el parque del Palacio de Schönbrunn, principal atracción turística de la capital austríaca con unos 8 millones de visitantes al año.

La idea nació de una cooperación entre la empresa turística más grande de Austria, Verkehrsbüro Group, y SKB, la sociedad administradora del Palacio de Schönbrunn. «Ofrecemos a los visitantes la posibilidad de hospedarse en uno de los principales patrimonios culturales de Austria e ir en busca de las huellas dejadas por los matrimonios imperiales», dice Harald Nohrasek, director general de Verkehrsbüro Group.

Ambas instituciones invirtieron alrededor de 400.000 euros en la renovación y habilitación de esta parte del palacio. «Para nosotros era importante mantener el ambiente imperial del Palacio de Schönbrunn, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, pero sin prescindir de elementos modernos», asegura Franz Sattlecker, gerente del sociedad administradora del conjunto monumental.

No en vano, y tal y como muestra la detallada galería de fotos de la web promocional, la suite combina elementos decorativos y muebles clásicos con televisiones, microondas y una enorme nevera . Según aclaran sus propios creadores, el diseño interior de las estancias copia el estilo de la antigua residencia de verano de la Casa de los Habsburgo, en la que predominaban los muebles de colores blanco y oro cubiertos con fundas rojas.

Con un turismo europeo que parece repuntar, pero que gasta menos que antes de la larga crisis económica, los responsables de la mayor empresa turística austriaca no esconden su intención de atraer al nuevo rico procedente de países como Rusia, Japón o China. « Son muchos los japoneses que vienen a Viena a renovar sus votos matrimoniales», explica a la agencia de noticias AFP Birgit Reitbauer, de Verkehrsbüro Group.

Este tipo de opción aparatosamente lujosa es, sin duda, muy del gusto de quienes buscan los ceremoniosos lujos de la vieja Europa imposibles de encontrar en su país por mucho dinero que se tenga. En este caso, se trata de los restos de una casa real europea, ahora sin reino, cuya herencia es ahora puesta en alquiler a precios desorbitantes.

Una estancia de una noche con desayuno y servicio de recogida cuesta 699 euros por persona (un máximo de cuatro personas pueden hospedarse en los 167 metros cuadrados de la suite); el paquete de «luna de miel», con una sola pernoctación, desayuno, minibar, servicio de limusina de 24 horas para toda Viena y una recepción con champán y rosas cuesta 2.700 euros; y el paquete más caro, que incluye cocinero personal y un servicio de mayordomo de 24 horas, asciende a 4.900 euros por una sola noche. Sin duda, un precio muy imperial.