Gwyneth Paltrow y Chris Martin, crónica de un divorcio anunciado

No obstante, lo suyo era la crónica de un divorcio anunciado a tenor de los constantes rumores de crisis, infidelidades y desencuentros, así como los comentarios que ambos habían hecho en los meses previos a la ruptura oficial . En el último acto público en el que se les vio juntos, el pasado 11 de enero, durante la gala benéfica en apoyo a Haiti, organizada por Sean Penn (53), ya eran la comidilla de Hollywood . Llegaron por separado, aunque se sentaron en la misma mesa y se prodigaron sonrisas cómplices. Sin embargo, esa noche algunos de los invitados apuntaban a medio voz que la ruptura era un hecho y que se anunciaría tras la gala de los Oscar

La cuerda finalmente se ha roto y ha sido Paltrow quien lo anunció el pasado martes en su pagina web, « Goop.com ». Minutos después, se vio saturada por miles de visitas. «Con nuestros corazones llenos de tristeza, hemos decidido separarnos», se decía en un comunicado firmado conjuntamente por la ambos. También se aseguraba que mantienen una buena relación por el bien de sus dos hijos, Apple (9) y Moses (7) . «Lo han intentado todo para salvar su matrimonio, pero a veces es mejor no estar casado», ha declarado un amigo.

Varios son los factores que convergen en esta crisis. Se señala, especialmente, a un controvertido reportaje que estaba preparando la periodista Vanessa Grigoriadis para la revista «Vanity Fair », partiendo de la premisa de que Gwyneth es una mujer tan amada como odiada. Tras presiones de la propia actirz (con correos electrónicos a poderosos amigos para que boicotearan la revista si se llegaba a publicar el reportaje), el editor de «Vanity», Graydon Carter decidió que el artículo no saliera a la luz –«pese a estar deliciosamente escrito»– dadas las presiones de Paltrow.

El editor de Vanity Fair comparó a la actriz con Kim Jong-un«Ella pidió a su entorno que no hablaran nunca más con la revista, ni sobre su vida ni sobre ninguna otra cosa. Kim Jong-un no podría haber emitido una petición más cerrada». Parece ser que Grigoriadis relataba una supuesta infidelidad de Gwyneth con el millonario Jeff Soffer, marido de Elle MacPherson, en un hotel de Miami en 2008. Otros rumores apuntan a que tuvo una relación con el abogado Kevin Yorn y, ayer, el « Daily Mail » publicó una foto de Gwyneth besándose en la boca con Donovan Leitch , un antiguo novio, duante un partido de béisbol celebrado en Los Ángeles el septiembre pasado. Sus hijos presenciaron la escena.

Gwyneth Paltrow había confesado en varias ocasiones lo complicado que era mantener unido su matrimonio. «Es difícil estar casado, pasas por buenos y malos momentos. Nosotros somos como cualquier otra pareja». Pero lo cierto es que no eran como cualquiera. Su obsesión por que no les tomaran fotos juntos marcó la relación. La presión mediática llevó a Gwyneth a cambiar su residencia de Los Ángeles a Londres . «Si parezco antipática en publico o si Chris sale del restaurante por otra puerta es simplemente porque no queremos alimentar a los fotógrafos». Jamás han sido retratados dándose la mano.

Gwyneth, quien antes de casarse con Martin había «roto el corazón» a Brad Pitt y Ben Affleck, ha terminado ahora con otro hombre que levanta suspiros. Hace unos meses, durante una entrevista, Chris Martin dijo que su canción favorita era «She is so cold», de los Rolling Stones. Si no fría, Gwyneth Paltrow es una mujer clara: «Uno no aprende a menos que tenga conversaciones difíciles -dijo el pasado año a la revista ‘‘Self’’-. Enfrentarme a determinadas situaciones hizo que mis relaciones cambiaran. A veces cuando muestras claridad, los otros se incomodan, pues les gustaba quién eras antes. Eso también pasa en mi matrimonio, pero él acepta el reto».

Dijo un confidente de Paltrow a la revista « People », a propósito de las supuestas infidelidades de la actriz, que a Gwyneth «no le importa lo que piense la gente. De verdad que no, ella sabe la verdad». ¿Por qué, entonces, impidió la publicación del reportaje de «Vanity Fair»? De momento, nos quedamos con una explicación más prosaica: la distancia y el trabajo les rompió el amor.