José Fernando, el hijo descarriado
Con la mayoría de edad y una fortuna millonaria, el retoño de Ortega Cano busca su independencia
b. cortázar / m.pina
Domingo 1 de abril de 2012. Las nubes ya se ceñían sobre el cielo sevillano cuando el diestro José Ortega Cano intentaba capear su propio nubarrón familiar. Hacía dos semanas que su hijo José Fernando se había ido de «Yerbabuena», la finca que con tanta ... ilusión decoró junto a su mujer, Rocío Jurado. Lo que en un principio parecía una rabieta adolescente pronto derivó en problemas más graves de un hijo aficionado a los bares de carretera y las malas compañías.
Fue en 1999 cuando Rocío Jurado y José Ortega Cano abrieron las puertas de la casa de la Moraleja para presentar al mundo a sus dos hijos adoptados: José Fernando, de 6 años, y Gloria Camila, de 3. Tras su boda en «Yerbabuena» el matrimonio había intentado tener un hijo biológico pero después de sufrir un aborto optaron por la adopción. De sus temporadas en Cali (Colombia) Ortega tenía muy buenos amigos y allí encontró la manera legal de convertirse en padre.
Desde el primer momento los niños fueron la pasión de sus padres. Gloria, muy cariñosa y responsable, y José Fernando, un niño más rebelde que no se centraba en los estudios, por lo que decidieron enviarlo a un internado en una academia militar en los Estados Unidos. La enfermedad de Rocío trajo de nuevo al niño a casa y junto a su hermana vivió la tragedia de perder a una madre que les dejó una fortuna al recibir la legítima de su herencia donde salió beneficiada la hija biológica de la artista, Rocío Carrasco. José Fernando recibió entorno a un millón de euros de la herencia de su madre cuando cumplió lo 18 años. Con el dinero llegó su independencia y la pérdida de control de su vida.
Herencia y desastre
El hijo de Ortega Cano cada día estaba más distanciado de su padre, solo les unía Gloria Camila, quien nunca ha perdido el contacto con su hermano mayor. Todos sus problemas tocaron fondo el pasado 14 de noviembre, ese día la policía le detenía y José Fernando ingresaba en prisión , probablemente sin saber que dos meses después seguiría allí.
Los hechos han sido escritos y reescritos con todo tipo de detalles varias veces. José Fernando y sus amigos golpearon a Jonathan V. A. , después le robaron la cartera y las llaves de su vehículo. José Fernando se sentó al volante del coche, un audi que condujo sin tener carné y, tras circular a 140 kilómetros por hora, el vehículo se golpeó y acabó en una cuneta. En ese momento tomaron la decisión de comprar un bidón de gasolina y prender fuego al coche. Todo eso bajo la influencia de alcohol y drogas.
Ortega Cano vio cómo su hijo entraba en la cárcel y sus nervios se dispararon. Además de la detención del joven, el diestro tenía una condena pendiente y un juicio mediático que lidiar. Soportó en silencio hasta que decidió entrar en directo en «Sálvame» para aclarar que ya había ido a ver a su hijo, y que el joven tendría todo su apoyo.
José Fernando sigue en prisión. Ahí le van a ver su padre y su hermana siempre que pueden. Pero también cuenta con la ayuda de Pepe El Marismeño, quien está intentando ayudarle en su rehabilitación. Mientras, su padre espera el juicio y la condena de su hijo.
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