Los primeros resultados de ADN apuntan a que Ana Gallart era nieta de Juan March
Esta valenciana de 65 años apunta como más probable su afiliación con el mayor de los descendientes del magnate mallorquín
m.moreira
No acertó, pero tampoco iba desencaminada. Las pruebas genéticas realizadas a los restos del financiero mallorquín Juan March Ordinas (1880-1962) han descartado que éste fuese el padre de Ana María Gallart , pero al mismo tiempo han señalado la posibilidad de ... que sí sea un familiar directo, posiblemente su abuelo . Esta nueva revelación, filtrada por el diario balear Última Hora, ha dado un giro al proceso judicial emprendido por esta jubilada valenciana de 65 años, dispuesta a encontrar sus orígenes a toda costa. El caso está en manos del bufete de abogados de Fernando de Osuna en Sevilla, especializado en este tipo de procesos.
En cualquier caso, los resultados de las pruebas de ADN realizadas el Instituto Nacional de Toxicología de Madrid no son concluyentes , ya que tendrán que cotejarse con las muestras analizadas en laboratorios de Granada y Santiago de Compostela.
La confirmación de estos datos supondría la anulación de la demanda de filiación sobre Juan March padre, pero podría abrir otra para demostrar la de alguno de sus dos hijos. Ambos fallecidos, pero ambos herederos de la fortuna familiar . Los restos del mayor, Juan, descansan en el mausoleo que posee la familia en el cementerio de Palma, mientras que el menor –Bartolomé- fue incinerado.
Atando cabos, Gallart se decanta por Juan March Servera , puesto que éste vivió en la casa del padre junto a su esposa y sus hijos en la misma época en la que la madre biológica de la demandante formaba parte del servicio. En caso de confirmarse esta hipótesis, ella sería hermana de los copresidentes del Grupo March, la Fundación Juan March y otras sociedades de inversiones.
Un turbio secreto
Hija biológica de una asistenta de la casa de los March, Ana María Gallart fue adoptada a los dos años de edad en una inclusa de Palma, donde su madre biológica se había visto obligada a dejarla para evitar el escándalo de la aventura extramatrimonial. La niña creció y vivió en Mallorca hasta los diez años, momento en el que se trasladó con su familia a Valencia, ciudad en la que todavía reside. El secreto de sus orígenes burgueses no le fue revelado hasta los 32 años , cuando encontró una caja con documentación que acreditaba su condición de hija ilegítima del magnate. Esta información, junto con las aportaciones de varios testigos de Mallorca, fueron suficientes para que el juez aceptara la exhumación del cadáver de Juan March que se llevó a cabo el pasado siete de marzo.
Gallart guardó consigo este turbio secreto familiar, y no decidió saltar a la palestra hasta hace cinco años. Asegura que no le mueve ningún interés económico , pero lo cierto es que está en juego la herencia de uno de los hombres más ricos del mundo en su época, además de uno de los más influyentes. Procedente de una familia agrícola, Juan March destacó tempranamente por su facilidad para el mercadeo. Entre sus múltiples empresas políticas y económicas destaca la fundación de la compañía marítima Transmediterránea , con la que controlaba la práctica totalidad de las operaciones del Mediterráneo occidental.
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