Alfredo Landa, mujeriego en la gran pantalla y fiel en la vida real
El actor ha fallecido dejando viuda a Maite Imaz Armendi, con quien compartió su vida durante más de medio siglo
Alfredo Landa, mujeriego en la gran pantalla y fiel en la vida real
El mítico actor español Alfredo Landa fue un conquistador nato en la pantalla, pero en la vida real tan solo una mujer ocupó su corazón. Conoció a Maite Imaz Armendi en la Universidad de San Sebastián, allí se enamoró de ella y también de su ... otra gran pasión: la actuación. Así dio comienzo su carrera en el Teatro Español Universitario de San Sebastián.
En 2008 le concedieron el Premio Goya de Honor y así como el Premio a su carrera de la Unión de Actores, pero el verdadero galardón lo obtuvo en su casa, ya que aseguraba que su felicidad la había conseguido gracias a la estabilidad que encontró entre el trabajo y el amor. «Sin ella yo hubiera sido un imbécil y creo que no lo soy», dijo Landa refiriéndose a su mujer. Junto a Maite ha cumplido más de cincuenta años de casados, en los que han criado a tres hijos: Ainhoa, Idoia y Alfredo. Los que le han hecho ejercer de abuelo en varias ocasiones.
La gran pantalla mostró su imagen por última vez en 2007, con «Luz de domingo», de José Luis Garci, después de su debut en 1957 con «El puente de la paz». Su retiro fue más obligatorio que deseado, ya que en 2009 sufrió un ictus que le postró en una silla de ruedas. Con su fallecimiento la corriente cinematográfica del landismo, que tuvo su auge en los años sesenta y setenta, quedo huérfana.
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