Adriana Abascal elige a Lorenzo Caprile para su boda ibicenca

El pasado verano alquilaron la casa del decorador Luis Galliusi y allí estuvieron con los hijos de Adriana, sentando las bases de una relación que hoy les tiene como dos adolescentes. Además, Galliusi, con quien Adriana tiene una entrañable amistad, es quien se está encargando de organizar esta ceremonia. Teniendo en cuenta la trayectoria de este magnífico profesional, seguramente será una boda muy natural, en la que se jugará con el estilo rústico-chic ibicenco. Por cierto, en un guiño a su pasión por España, la novia llevará un vestido de un diseñador español Lorenzo Caprile, que ya está manos a la obra preparando ese modelo.

Independiente y enamorada

Mujer independiente, muy divertida y de una gran belleza, en el entorno de Adriana molestan especialmente ciertos comentarios que voces (mal)intencionadas vierten sobre ella, describiéndola como una mujer fría y ambiciosa. Son rasgos que para nada corresponden con la realidad. Entre otras cosas, porque Adriana es una mujer que se mueve por impulsos y de la misma manera que se enamoró del magnate mexicano Emilio Azcárraga cuando tenía 18 años y había ganado un certamen de belleza, hace oídos sordos a la cantidad de hombres poderosos y multimillonarios que han querido seducirla.

Tras su divorcio con el expresidente de Telefónica, Juan Villalonga, con quien tuvo a sus tres hijos, lo cierto es que hoy la relación que queda entre ellos no es especialmente cordial. Villalonga se casó con la fotógrafa alemana Vanessa von Zitzewitz, íntima amiga de la princesa Corina. El matrimonio, que ya tiene un hijo en común, reside en Mónaco. Por su parte, Adriana reparte su vida entre París y los muchos viajes que realiza con sus producciones de moda, pero siente especial debilidad por España, a donde viene siempre que tiene ocasión. En algunos medios se la ha querido comprar con Isabel Preysler cuando lo cierto es que no tienen nada que ver, salvo que las dos han sido imagen de Suárez. Mientras Isabel es una mujer casera que apenas sale y es feliz quedándose en su residencia de Puerta de Hierro o acudiendo a contadas cenas privadas de amigos, Adriana tiene una personalidad mucho más energética, impulsiva y un tanto alocada, además de ser bastante más joven. Le gusta tanto meterse en proyectos a los que se entrega a fondo como llevar todas las mañanas a tres hijos al colegio.

su origen mexicano la hace ser apasionada, divertida y muy leal a sus amigos. Cuantos la conocen bien dicen que no es rencorosa, ni vengativa y de ahí que normalmente prefiera obviar las críticas envenenadas que hacen sobre ella y pasar página. Pero lo que más sorprende es que haya quien busque el argumento de que se casa con Emmanuelle por su fortuna cuando lo cierto es que es un empresario de una inmobiliaria que le va bien, pero ni es multimillonario ni mayor ni gordo ni anti-morbo. El susodicho es un pedazo de señor con una pinta impresionante, que ha traído de calle a la mitad de las señoras de París y que está loco de amor por la que será su tercera esposa.