Arantxa regresa a los tribunales para quitarles el piso a sus padres

El juicio de los Sánchez Vicario se retoma el 6 de mayo tras una tregua de 60 días y sin haber llegado a un acuerdo

Arantxa regresa a los tribunales para quitarles el piso a sus padres abc

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El «Sálvame» particular entre Arantxa Sánchez Vicario y sus padres ya tiene fecha para el estreno de la nueva (y seguro que no última) temporada: el 6 de mayo. Según confirmaron a ABC fuentes judiciales, para ese lunes se ha señalado la celebración del ... juicio por la demanda que presentó la extenista —con el «¡vamos!» de su marido, Josep Santacana — para reclamar que se revoquen los derechos de usufructo que sus padres tienen sobre el piso de la Avenida Diagonal, donde viven, y un chalé en S’Agaró (Gerona), donde veranean. Ambos inmuebles son de una sociedad propiedad de la deportista, que alega que en su día se cedieron en usufructo sin saberlo ella. Cuando a Arantxa la representaba su padre, Emilio, y la jaleaba en las pistas su madre, Marisa.

El pleito debía empezar a dirimirse en un juzgado de Barcelona el pasado 27 de septiembre y en él estaban citados a declarar, como testigos a favor de los progenitores de Arantxa, los tres hermanos de la extenista: Marisa, Emilio y Javier . El culebrón al completo, Arantxa versus sus padres y hermanos, para sonrojo de los implicados y regocijo de los periodistas.

A última hora, Arantxa pidió aplazar la vista y las partes se dieron 60 días para llegar a un acuerdo. Venció el plazo, de sobras, no ha habido entente posible y se verán en el juzgado.

«Arantxa nunca ha dicho que quiera echar de casa a sus padres. Está de acuerdo en que vivan allí de por vida» , insiste su abogado, Juan José Burgos-Bosch. Desde el entorno de los padres, sin embargo, no ven tan claro que se vayan a quedar cómo y dónde están. Y recuerdan que el «pater» Emilio—minado por un cáncer y el alzhéimer— y su esposa Marisa viven allí desde hace veinte años.

En el caso del chalé de S’Agaró, explica el letrado de Arantxa, la cosa es distinta. «Quiere anular el usufructo para luego venderlo y tener más dinero para hacer frente a sus deudas con Hacienda. Es lo que les pedimos: que se pueda vender la casa donde veranean para ayudar a su hija...»

La factura pendiente con el fisco es uno de los «quids» de esta polémica que estalló en febrero del año pasado con la publicación de las memorias de la tenista — «¡Vamos, Arantxa!» —; una biografía con tintes de libelo en la que la pequeña de los Sánchez Vicario acusa a su padre de haber dilapidado su fortuna en los años que le llevó las cuentas (dejó de apoderarla cuando se casó con Josep Santacana, en 2008).

Una deuda con Hacienda

Según su abogado, Arantxa debe a Hacienda más de cinco millones , después de que el Tribunal Supremo ratificara en 2003 su condena por simular su residencia en Andorra para evadir el pago de impuestos. Otras fuentes señalan que la citada sanción es de 3,5 millones. Sea como fuere, y aunque se le atribuye un patrimonio de más de 30 millones de euros —entre bienes inmuebles y fondos—, Arantxa reclama pasar factura a sus progenitores porque, si no, no cuadra su economía doméstica.

La guerra familiar se sustancia en varios frentes legales. La susodicha demanda por la revocación del derecho de usufructo del domicilio paterno, una querella en Andorra en la que acusa a su padre y a su hermano Javier de apropiarse de parte de los fondos que allí guardaba la tenista, y una demanda por un seguro que sus padres suscribieron a su favor «con el dinero de ella» (su abogado «dixit»).

A toda esta montaña de litispendencia se le añade un granito de arena, si cabe, más íntimo. Arantxa ha presentado un requerimiento para exigir a sus padres que le dejen llevarse joyas y trofeos suyos que lucen en casa de sus padres.

Se reanudan las hostilidades, lo que invita a escudriñar sobre la tregua inútil. Los abogados de ambas partes mantuvieron contactos, infructuosos . «Fue un paripé: no hubo tal negociación», aseguran fuentes cercanas a los padres de ella. «Hemos hecho un esfuerzo importante por nuestra parte en el tema económico. Queríamos intentar reconciliar la familia, llegar a un acuerdo para retirar los pleitos...», replica el abogado de la extenista.

Desde Miami, sin amor

Los mentideros afirman que, además de anular los usufructos, Arantxa pide dinero a sus padres. Se habló de 15 millones de euros, ...luego de 8 millones, ...otrora de cinco. Un pago para zanjar el asunto. El letrado de Arantxa lo niega. Como también desmiente de plano que en su día su representada exigiera ocho millones de euros a sus padres por no publicar sus incendiarias memorias.

El nudo de la historia se enreda cada vez más con tanta versión dispar, pero al menos hay fecha para un desenlace. El juicio del 6 de mayo. Arantxa y su marido aterrizarán en los juzgados quizás desde Miami, que es donde se dice que la pareja ha decidido fijar su residencia, junto a sus dos hijos. Por eso han puesto a la venta su chalé en la zona pija de Esplugues de Llobregat, cerca de donde también tienen morada el futbolista del Barça Gerard Piqué, Shakira y su retoño Milan.

Con todo, la fecha de la cita ante el juez es demasiado lejana para no descartar otro giro argumental en forma de «hablemos-otra-vez»; por mucho que ahora se antoje tan improbable.

Luego, claro está, si hay sentencia podrá ser recurrida... Y, aviso: «Antes del juicio no hablaremos públicamente, pero, después, es posible», apuntan desde el bando de los padres. Tiene pinta de partido de tenis: no se acaba hasta que hay un vencedor.

Arantxa regresa a los tribunales para quitarles el piso a sus padres

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