Lucía Villalón: «Nunca he querido ser la “novia de...”»

Reacia a hablar de su pareja, afirma que con el mexicano está «muy feliz y contenta». La joven asegura que el momento donde necesita más hidratación es cuando se sube a un avión . «Antes de irme a dormir uso el bote grande azul de ‘body milk’ de Nivea », cuenta. Natural y espontánea, Villalón deja claro que está donde está gracias a sacrificar muchos veranos y viajes con amigas.

— Por ser joven, guapa, salir en televisión y tener un novio futbolista, ¿cree que hay gente que ha puesto su coeficiente intelectual por los suelos?

Seguramente. Además, ahora con las redes sociales te lo pueden decir directamente. Hay gente que se aburre y comenta cosas en las que no debería meterse. Eso va a pasar siempre. No se puede gustar a todo el mundo.

— ¿Cómo separa su vida profesional de la personal para no acabar siendo «la novia de...»?

No hablando de ello. Al final no lo separas tanto porque la gente comenta. Yo no tengo por qué esconder con quién estoy, y más si ahora soy un personaje público por lo que hago en la Fórmula 1. Tengo una relación, es mi vida, estoy feliz y voy a seguir así. Es complicado porque he trabajado mucho para estar donde estoy. A mí no me han regalado nada. Nunca he querido ser «la novia de...» y espero no serlo nunca.

— En su perfil de Twitter hay un 1422, ¿qué significa?

El 22 es mi número de siempre, lo llevo hasta tatuado. Y el 14 porque es el número favorito de mi novio.

— ¿Comida española, mexicana o de fusión?

No puedo soportar el picante, así que con la mexicana tengo algún que otro problema, pero me encanta todo. Lo único que no me gusta es el foie.

— ¿Qué opina cuando la gente dice que la Fórmula 1 no es un deporte?

Me parece más deporte que muchos otros. La forma física en la que tienen que estar los pilotos, la dieta que deben seguir, que se suben a un coche y pierden un montón de agua… Además, se están jugando la vida.

— ¿Con qué frase cerraría el reportaje de su vida?

Esto me lo tendrías que haber avisado antes (risas). Que la constancia y el trabajo te llevan a conseguir tus sueños. Jamás pensé que con 26 años iba a estar donde estoy. Gracias al trabajo y al esfuerzo, a los veranos de prácticas... Parecía que nunca llegaba el momento de conseguir lo que mis amigas tenían, como un puesto de trabajo o independizarte. Pero luego te das cuenta de que todo es preparación, trabajo y constancia, hasta que de verdad llega lo que te mereces.