Coctelería «tiki» para veladas paradisíacas

Juan Bravo, 25

Y es que cuenta Carlos Moreno que esta coctelería cobró gran relevancia tras la Segunda Guerra Mundial. De vuelta a casa, los combatientes destinados al Pacífico Sur añoraron sus cálidas playas e idearon mezclas de frutas y alcohol que les hacían sentir como en ese otro mundo. Ahora, él propone deliciosos combinados para brindar por la estación más optimista del año y «escaparse», aunque sea con la imaginación, junto al mar… Son clásicos como el Mai Tai, y novísimos como el Uno para dos, que se sirve en una caracola, o el Surfero. En su terraza, tomarlos supone un placer.

Bárbara de Braganza, 2 / Pº Recoletos, 2

Fruta, ésa es la clave, según apunta Diego Cabrera, quien también recupera esta tradición poco explorada actualmente en nuestro país. Son bebidas dulces o ácidas pero muy frescas y presentadas con un punto extravagante. Es decir, en grandes jarras o copas en forma de volcán, cabeza de mono o de loza tipo tótem.

Ventura Rodríguez, 5

Pero fue en la década de los 70 cuando la clientela se aficionó a esta tendencia. Dicen que el precursor fue el restaurante House of Ming, inaugurado en 1965 y que contaba con un coqueto bar hawaiano. Y la moda se extendió por diferentes locales de Serrano, hoy asimismo clausurados. Quedan, al menos, dos direcciones imprescindibles; una de ellas es Bora Bora. En la zona de los cines de Princesa y Martín de los Heros, supera los 35 años y cuenta con más de 50 cócteles, con y sin alcohol. Los hay con humo, inspirados en dioses de la fertilidad y, sobre todo, apetecibles para compartir y brindar en grupo.

Plaza Santa Ana, 13

Este bar hawaiano archiconocido derrocha exotismo –con pájaros vivos incluidos– y autenticidad desde hace 39 años. Se encuentra en la Plaza de Santa Ana, siendo, por lo tanto, pista clave para turistas y madrileños llegado el fin de semana. Resulta divertido y muy, pero que muy, peligroso… Su gran especialidad es el Volcán, pero también Los hay servidos en caracolas, tortugas, ¡casi todo es posible!

Barco, 8

Las paredes tienen un azul que podría ser el del océano y combinan con detalles americanos y rockeros. No faltan objetos con el rostro de Elvis Presley ni figuras de dioses o de sensuales hawaianas. Su carta incluye siete especialidades, desde el célebre Mai Tai a otros como Fog Cutter o Navy Grog. Sin olvidar el Singapor Gin Sling, el Zombie, Sex on the Beach y el Lunch Box, creación propia a base de ron blanco, curaçao, zumo de piña y de naranja. Los sirven para una persona pero también para dos e incluso para cuatro, y cada uno en su correspondiente jarra en forma de deidad polinesia.