Vox denuncia en Washington «la amenaza del sanchismo para Occidente»

El discurso de Tertsch, que habla con ABC en Washington, ha sido claro: «El Ejecutivo español mantiene conexiones peligrosas con redes de crimen organizado, con gobiernos como el de Teherán y con empresas como Huawei».

Ha asegurado que en la Comisión Europea se reciben informes regulares sobre la implicación de José Luis Rodríguez Zapatero en redes de influencia vinculadas a Caracas, Teherán y Pekín. «Por fin se dan cuenta aquí de quién es este personaje», ha dicho. Sobre todo, ha informado de pruebas que tiene de lazos de Zapatero con China, lo que a su entender explica contratos como el que se ha firmado con Huawei para alojar datos judiciales sensibles, algo que ha alarmado en Washington.

Noticia Relacionada

El Gobierno evita calificar a las compañías chinas de operadores de alto riesgo desde 2022

Ana Sánchez

El miedo a enfadar a China y el lobby de Huawei han llevado a ignorar claves del decreto de redes 5G

Tertsch ha mencionado a sus interlocutores el caso Delcy Rodríguez y los contactos petroleros opacos con Venezuela. El llamado «caso Delcy» es la escala que hizo la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Madrid-Barajas en la madrugada del 20 de enero de 2020, a pesar de tener prohibida la entrada en territorio de la Unión Europea por sanciones impuestas por el Consejo Europeo debido a violaciones de derechos humanos en Venezuela. El exministro José Luis Ábalos, hoy implicado en una red corrupta, se reunió con ella en una sala VIP. El Gobierno nunca ha aclarado oficialmente el contenido de la carga del avión, lo que generó especulaciones y críticas.

Tertsch, que se ha tejido una red de conexiones en el Washington de Trump por medio de su activa participación en el Gold Institute y sus lazos con Heritage —la fundación que más personal ha nutrido en esta administración norteamericana—, cuenta a ABC que habló con funcionarios del Departamento de Estado y trasladó información sobre esos asuntos a Brian Mast, presidente de la comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes, con quien coincidió en una conferencia sobre «Relaciones Estratégicas» del Gold Institute.

Sobre Zapatero, Mast le dijo a Tertsch que «existe una interconexión global entre adversarios estatales de América y organizaciones criminales que trabajan para crear el caos». En esa conferencia, el general retirado Flynn, que fue el primer designado para consejero de Seguridad Nacional de Trump antes de ser obligado a dimitir por supuestos contactos con Rusia, presentó una nueva estrategia de seguridad nacional para EE.UU. en este segundo mandato de Trump.

Uno de los asuntos que más preocupan en la Casa Blanca y el Departamento de Estado son los llamados cordones sanitarios en Europa a partidos de derecha populista, algo que ha denunciado el vicepresidente JD Vance repetidamente.

Vox, dijo Tertsch a sus interlocutores, sufre en España «una campaña de asedio político y mediático que incluye intentos de ilegalización, censura en medios y redes sociales, e investigaciones impulsadas por el aparato judicial afín al Gobierno». También lamentó que formaciones como la CDU alemana votaran en contra de condenar estos abusos, lo que, a su juicio, demuestra la incomprensión que aún reina en ciertos sectores del centro-derecha europeo, en particular en el PP.

En Estados Unidos, asegura Tertsch, la actitud hacia España ha cambiado en este mandato de Trump. «Donde antes había indiferencia, ahora hay irritación», afirma, sobre todo por las provocaciones de Sánchez con sus ataques a Israel por la guerra en Gaza y su negativa a admitir que subirá el gasto de defensa más de un 2% del PIB. Vox ha avanzado en Washington que la hegemonía socialdemócrata en Europa está llegando a su fin y que el cambio conservador «ya es un hecho».

Tertsch percibe un interés creciente por Europa en figuras como el vicepresidente Vance. También en sectores de la derecha republicana que han expresado su sintonía con partidos europeos como Alternativa por Alemania, el Frente Nacional francés y Vox. Trump se ha visto con Giorgia Meloni y con Santiago Abascal, además de haber expresado su admiración por el argentino Javier Milei.

Tertsch propuso a sus interlocutores que, si Vox entrara en las instituciones, el nuevo eje conservador debe incluir tanto al pacto Atlántico tradicional —la OTAN— como al Atlántico Sur, América Latina, hoy gobernada mayoritariamente por la izquierda afín al Grupo de Puebla, con la gran excepción de Milei en Argentina y Santiago Peña en Paraguay.

La visita forma parte de la estrategia internacional de Vox para consolidar su imagen como representante del nuevo conservadurismo europeo, ante la distancia del centroderecha con respecto a Trump. Este está en plena campaña arancelaria con sus socios, incluidos los de Bruselas, y es mucho más impopular al otro lado del Atlántico que entre sus propios votantes.