El Tribunal de Cuentas abre su primera auditoría de la Casa del Rey

La tarea, exhaustiva y larga, responde a la consigna de Don Felipe de que se examine hasta el último céntimo de su Casa y se llevará a cabo siguiendo las normas internacionales en la materia, «con plena independencia y sometimiento al ordenamiento jurídico», según reza el convenio.

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Una vez iniciados los desplazamientos a Zarzuela como fase preparatoria, los trabajos de auditoría propiamente dichos comenzarán en breve y tendrán tres ejes: la revisión de documentación, la realización de entrevistas al personal de la Casa del Rey y la ejecución de pruebas analíticas. Zarzuela dispondrá hasta el 31 de marzo para presentar su contabilidad del ejercicio 2023 y el Tribunal de Cuentas tendrá hasta el 30 de junio para terminar su informe. Es decir, que el grueso de los trabajos se realizará una vez que el nuevo jefe de la Casa del Rey, Camilo Villarino, haya tomado posesión de su cargo el próximo mes de febrero. Al igual que sucedía con los trabajos de la Intervención General del Estado, la disposición de la Casa del Rey está siendo de colaboración máxima, según ha podido saber este periódico.

El encargo de esta auditoría al órgano que preside Enriqueta Chicano sigue el modelo de otras casas reales europeas, cuyas cuentas son examinadas por órganos independientes a la Administración. Es el caso de la Casa Real británica, cuya contabilidad es revisada por la National Audit Office (NAO); un organismo externo que se encarga de controlar el gasto público del Reino Unido ayudando al Parlamento británico a exigir responsabilidades cuando se producen desviaciones.

El Tribunal de Cuentas es su homólogo en España, ya que también es independiente de la Administración del Estado y depende directamente de las Cortes. A diferencia de ambos, la Intervención General del Estado es un órgano interno y por tanto dependiente de la propia Administración. Por ello se decidió en 2022 trasladar la auditoría anual externa de la Casa del Rey al Tribunal de Cuentas. No en vano, la Corona es un órgano de relevancia constitucional integrado en el Estado, pero no forma parte de la Administración Pública.

El examen que realizará el órgano que preside Enriqueta Chicano persigue, por tanto, reforzar la transparencia y eficiencia del control contable de la Casa del Rey, y es una de las medidas que consolidan el proceso de reforma y modernización iniciado por Don Felipe desde su proclamación en 2014. Los principios que se repiten desde entonces en cada cambio de funcionamiento de la Casa son los de transparencia, rendición de cuentas, integridad y ejemplaridad.

Antes de que el Rey estableciera la auditoría externa anual de la Intervención General del Estado (IGAE), el control de la gestión económica, financiera, presupuestaria y contable de Zarzuela era realizado desde 2007 por el interventor de la Casa, un cargo creado ese año, que realizaba su labor siguiendo las mismas normas que la Administración Pública, pero sin ser examinado de manera externa.

Dado que la Constitución impone la autonomía presupuestaria para el jefe del Estado, la auditoría del Tribunal de Cuentas debe preservar esa condición y, por ello, no puede considerarse una fiscalización. Enriqueta Chicano y el jefe saliente de la Institución, Jaime Alfonsín, firmaron en junio de 2022 el convenio de colaboración que regirá las labores de auditoría, y que respeta las especialidades competenciales y procedimentales que la Constitución establece para la Corona. En concreto, que el Rey «recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su Familia y su Casa, y distribuye libremente la misma» y que «la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad de aquella».

Según el convenio, la auditoría del Tribunal de Cuentas deberá determinar si las cuentas anuales de Zarzuela «expresan en todos sus aspectos significativos la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera del organismo», pero también «de sus resultados y flujos de efectivo y del estado de liquidación del presupuesto, de conformidad con los principios y criterios contables establecidos». El examen se centrará en la ejecución y liquidación de las dotaciones previstas para la Casa del Rey en los Presupuestos Generales, y el informe será entregado a Camilo Villarino y publicado en la web de la Institución.