La tibieza con la flotilla se vuelve en contra de Pedro Sánchez

Además de ambas cosas, que han forzado al PSOE a hacer malabarismos entre la bandera y la diplomacia, la expedición de la Marina española también ha provocado tensiones dentro del propio Consejo de Ministros, con la responsable de Defensa, Margarita Robles, enfrentándose directamente con los representantes de Sumar, logrando finalmente imponer su criterio, compartido por el resto de socialistas y criticado por los socios de coalición y parlamentarios.

Noticia Relacionada

Israel dice que ningún barco ha llegado a Gaza: «La provocación de Hamás-Sumud ha terminado»

Andrés Gerlotti Slusnys

Sánchez, desde Copenhague, donde esta semana está participando en un Consejo Europeo extraordinario clave para la estrategia de defensa de la Unión Europea, también trató ayer de no herir sensibilidades con sus declaraciones. Lejos de la contundencia que le reclaman los partidos a su izquierda, convocando manifestaciones con las que se pide una ruptura de todo tipo de relación con Tel Aviv, también la diplomática, que Moncloa no contempla por ahora, el jefe del Ejecutivo ha optado por un perfil más presidencialista y comedido, impidiendo que sus palabras puedan dinamitar el trabajo del titular de Exteriores, José Manuel Albares, que está velando por el retorno sin violencia de los nacionales detenidos a España. Nada que ver con el rol que adoptó durante las protestas que impidieron la finalización de La Vuelta ciclista en Madrid.

A todo ello, precisamente en esas manifestaciones celebradas ayer, la ausencia de dirigentes de primer nivel del PSOE fue notable. Evidenciando así como socios de izquierda como Podemos o Sumar —el socio minoritario del Gobierno de coalición decidió también participar en la concentración convocada contra el otro ala del Ejecutivo—le están tratando de arrebatar una bandera con la que Sánchez había querido recuperar músculo electoral.

Los partidos de la llamada izquierda alternativa elevan así la presión contra los de Pedro Sánchez, a quien achacan un exceso de tibieza contra Israel. Ya no es sólo la formación morada -en confrontación absoluta con Moncloa en estos momentos y desde hace meses-, también Sumar, con quien comparte Consejo de Ministros desde hace ya dos años. Primero fueron los ministros de Yolanda Díaz desmarcándose y censurando el plan de paz para Gaza de Donald Trump al tiempo que socialistas como la ministra Robles pedían prudencia. Ahora es la propia vicepresidenta segunda va un paso más en su intento de marcar distancia con el PSOE sin romper la unidad del Gobierno, hablando sin tapujos y por primera vez de la «tibieza» del jefe del Ejecutivo a la hora de condenar el que, considera, es el «secuestro ilegal» de los tripulantes de la flotilla por parte del Estado judío. «No sé las razones que la motivan», señaló Díaz este jueves en una entrevista al programa 'La Cafetera' de Radiocable, en la que pidió expresamente a Sánchez que España alce «más» la voz contra la Administración «criminal» de Benjamin Netanyahu. Algo que ha provocado, según volvió reconocer la vicepresidenta segunda del Gobierno, que existan «discrepancias» entre los dos socios del Ejecutivo de coalición en torno a Gaza, especialmente, en todo lo referido a »desmontar la economía del genocidio».

No fue la única dirigente de Sumar en meter el dedo en la llaga. Ministros como el de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, o la de Juventud e Infancia, Sira Rego, cargaron también contra el jefe del Ejecutivo, lamentando ni Sánchez ni el resto de nacionalidades que viajaban a bordo de la flotilla hayan hecho lo suficiente para impedir el «desenlace» que ha tenido la misión.

Aunque si hay un partido que lleva la voz cantante en todo este asunto es Podemos, que, con su estrategia de derribo al Gobierno de PSOE y Sumar, planea tumbar el decreto de embargo de armas a Israel la próxima semana en el Congreso de los Diputados al considerarlo «fake» por tratarse de un «coladero» en lo que se refiere a la cláusula que permite hacer excepciones basadas en el interés general de la nación. «Que diga que esto es un caso de terrorismo de Estado, que nombre esto como lo que es, y que se posicione firmemente para la liberación inmediata de los españoles», pidió este jueves su líder, Ione Belarra, una de las asistentes a la concentración del jueves en favor de la flotilla por la tarde en la capital. La secretaria general de los morados, en declaraciones a los medios desde la sala de prensa de la Cámara Baja, no dudó asimismo en exigir a Sánchez «que cese en su política de titulares, que no vale para nada» y en reprenderlo por ordenar la retirada del Buque Furor, la fragata del Ejército español que Sánchez dijo enviar para escoltar a los activistas propalestinos hasta su llegada a la franja de Gaza. «Le ha hecho el trabajo sucio a los genocidas», denunció.

Para Pablo Iglesias, fundador del partido morado, «la política titulares» de Sánchez también «tiene las patas muy cortas» y la retirada de la fragata supone «un desprestigio para nuestros militares y un ridículo europeo». «Hay formas más dignas que hacer el paripé para reclamar el Nobel», le dijo en redes sociales al jefe del Ejecutivo el que en la pasada legislatura fuera su vicepresidente.