Junts apoyará el decreto de embargo de armas a Israel y lo deja en manos de Podemos

En el Gobierno deslizaban estos días que daban por hecho el rechazo de Junts –aunque este martes los neoconvergentes parecieron dar ya alguna pista de su 'sí' al decreto al apoyar una iniciativa socialista en el Senado que buscaba condenar la situación en Gaza, aseverando que hay que buscar soluciones ante el «terrible sufrimiento» infligido a los civiles tanto israelíes como palestinos–, por lo que la Moncloa había decidido acelerar la tramitación del real decreto ley y someterlo al examen de la Cámara Baja, que debe convalidarlo o derogarlo, en el primer pleno posible desde su aprobación en el Consejo de Ministros. Solo dos semanas después de que el Ejecutivo le diese luz verde, a pesar de que la normativa le permite hacerlo en los treinta días siguientes a su publicación.

Desde la formación independentista no desvelan si hay avances en las negociaciones pendientes con el PSOE, pero su posición –que han revelado antes de la votación, al contrario de lo que suelen hacer– claramente busca dejar el balón en el tejado de Podemos, que guarda desde hace meses una postura de confrontación directa con el Ejecutivo de PSOE y Sumar al tiempo que da por «muerta» una legislatura que recién ha cruzado su ecuador este verano.

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Su secretaria general, Ione Belarra, ha reiterado sus críticas al decreto este mismo jueves por la mañana, en una rueda de prensa en la Cámara Baja, pero la formación izquierdista se resiste a dar a conocer el sentido de su voto. Fuentes de la misma aseguran, eso sí, que el anuncio de Junts no condiciona en absoluto la decisión que tomarán en el debate de la próxima semana y que su posición política sigue siendo la misma: el texto es un «coladero» y el Gobierno ha de desecharlo y llevar al Congreso un «verdadero» embargo de armas. «Tal y como está escrito no va a servir para nada, el Ejecutivo está intentando engañar a la gente», sentencian.

Este es precisamente el ultimátum que los morados dieron el miércoles a Sánchez, poniendo en duda su apoyo al decreto, que, en estos momentos, pende de un hilo si no se rehace la norma. A falta de menos de una semana para la votación, confían los morados en que esto suceda, ya no como consecuencia de la presión que se viene ejerciendo desde el partido al criticar la tibieza de Sánchez en la condena al que consideran un «genocidio», sino de la sociedad civil.

Ante la también inacción de los principales sindicatos del país, CCOO y UGT –contra los que también ha cargado este jueves Belarra, afeándoles el hecho de no haber convocado paros generales como sí se ha hecho en Italia–, la dirigente de Podemos confía en la movilización de los ciudadanos, a quienes pide que «canalicen su rabia» contra el «genocidio» perpetrado por Israel en la franja y el «secuestro ilegal» de los tripulantes de la llamada flotilla de la libertad en las distintas concentraciones que están teniendo lugar en las principales ciudades del país esta semana. «Preferimos que sea una victoria de la calle», explican fuentes del partido que en su día fundó Pablo Iglesias, que, por el momento, prefieren no airear en público el sentido final de su voto sea cual sea.

Con todo, si Podemos se abstiene, en principio debería ser suficiente para permitir su convalidación. Pero un no de Podemos, junto al rechazo del Partido Popular, Vox y UPN, sería suficiente para provocar la derogación de las medidas para el embargo de armas a Israel. En caso contrario, romperían de nuevo el bloque de legislatura y les situaría, otra vez, en la misma fotografía que las derechas. La semana pasada Podemos ya jugó una –otra– mala pasada al Ejecutivo tumbando la cesión migratoria a Junts, impidiendo a Sánchez sacar adelante la ley prometida al 'expresident' catalán fugado, Carles Puigdemont. Por no mencionar que, entre sus planes, figura también el de hacer caer la Ley de Movilidad Sostenible, sometido a votación igualmente la próxima semana en el Congreso.

Otros partidos de izquierdas, como ERC y BNG, también han exhibido reticencias hacia el decreto, especialmente por esas excepciones que anunció en la comparecencia posterior al Consejo de Ministros el titular de Economía, Carlos Cuerpo. El portavoz de los republicanos en la Cámara Baja, Gabriel Rufián, apuntó al sí a la convalidación la semana pasada, cuando afirmó que tratarán de revertir esa cláusula durante la tramitación parlamentaria. Es decir, al igual que Sumar, socio minoritario de la coalición de gobierno, ERC y los nacionalistas gallegos se conforman con que el decreto se tramite después de su aprobación definitiva como proyecto de ley para poder tener la oportunidad de introducir enmiendas, a pesar del riesgo de que acabe en un cajón como denuncia Podemos.

«Deben introducirse las modificaciones necesarias para lograr un embargo absoluto, total y sin excepciones», ha exigido este jueves la senadora del BNG, Carme da Silva, en nombre de Néstor Rego, único diputado nacional de la formación. En cualquier caso, al igual que los morados, dice Da Silva que mantendrán «un marco abierto» hasta el próximo martes 7, día de la votación en el pleno, que coincidirá, además, con el segundo aniversario de los atentados de Hamás que provocaron la respuesta del Gobierno de Benjamín Netanyahu, que hasta la fecha se ha cobrado la vida de decenas de miles de palestinos.