Sánchez resiste al ultimátum de Junts sobre la cuestión de confianza

La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, dejó claro este martes que en todo caso se trata de una «prerrogativa» del propio Gobierno. Y hasta dijo: «Yo lo que me preguntaría es: ¿por qué?», dado que, en su opinión, el Ejecutivo cumple perfectamente con los compromisos firmados con los aliados parlamentarios. Al menos, matizó, con lo que está en su «mano».

No quiso ir más allá, pero fuentes gubernamentales dejaron muy claro que no les parece de recibo la PNL planteada por Junts y que incluso sería extemporánea si como es el caso no hay voluntad alguna del presidente de someterse voluntariamente a ese refrendo en la Cámara Baja, que en caso de no superar tendría consecuencias: la dimisión de Sánchez.

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Patricia Romero

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De confirmarse que los socialistas aguantan el pulso a los de Puigdemont, habrá consecuencias. Y podrían ser dolorosas para el PSOE, pero no hasta el punto de que los independentistas se aliaran con el PP y Vox para desalojar a Sánchez de la Moncloa con una moción de censura.

El secretario general de Junts, Jordi Turull, advirtió esto al PSOE. Este martes ha señalado que si impiden la tramitación de la iniciativa de la cuestión de confianza, tendrán que atenerse a las consecuencias. La mano derecha de Puigdemont no concretó qué efectos tendría la decisión, pero sí descartó el apoyo de Junts a una moción de censura del PP con el apoyo de Vox. «Lo que pase el jueves no es inocuo, no es menor», dijo, en un tono que sonó como un serio aviso para la estabilidad del Gobierno.

«La confianza [con el PSOE] no se ha restaurado un año después [de la firma del pacto de Bruselas]», señaló Turull, durante su intervención en una conferencia política en Barcelona organizada por Nueva Economía Fórum. «Si no la tramitan [la petición de la cuestión de confianza], quiere decir que no son capaces de asegurar la confianza, de restablecerla, y si es así, tendremos que tomar decisiones, decisiones que no le gustarán al PSOE», manifestó el número dos de Junts, partido que sigue liderado por el expresidente de la Generalitat fugado de la Justicia desde 2017.

Preguntado expresamente por la posibilidad de que los diputados independentistas de su grupo -siete, encabezados por Míriam Nogueras- apoyen una moción de censura liderada por Alberto Núñez Feijóo con el apoyo de los diputados de Santiago Abascal como respuesta a una hipotética ruptura con los socialistas, reiteró que esta opción es imposible. «Este tema ni nos lo hemos planteado, nosotros a lo nuestro», aseveró, recordando que con los populares nunca han tenido ni la confianza que ahora han perdido del PSOE. Y añadió: «Hacer algo con Vox es una broma macabra. Están en todas las acusaciones populares pidiendo cárcel contra nosotros».

El orden del día de la Mesa del Congreso se cerrará este miércoles y, previsiblemente, se incluirá en él la proposición no de ley de Junts que pide a Sánchez someterse a una cuestión de confianza. Un asunto que se aparcó en diciembre porque los miembros de PSOE y Sumar en el órgano, contra el criterio del PP, se ampararon en un extenso y ambiguo informe de los letrados de la Cámara Baja para ganar tiempo y estudiar a fondo el asunto antes de tomar una decisión.

Los servicios jurídicos del Congreso determinan que cabe la posibilidad de admitir a trámite la iniciativa en tanto que la mera petición de que el presidente active el mecanismo para someterse a una cuestión de confianza, que es prerrogativa suya, no equivale a debatirla; pero también consideran posible el rechazo de la misma si se entiende que la simple discusión de este requerimiento equivale indirectamente a poner en tela de juicio la confianza de la Cámara Baja en el jefe del Ejecutivo sin respetar el procedimiento que establecen tanto la Constitución como el Reglamento del Congreso.

En relación a los temas por los que, en su opinión, se ha roto la confianza con el PSOE, Turull destacó que el catalán sigue sin ser oficial en la Unión Europea (UE) al mismo nivel que el español, que no se acaba de cerrar el traspaso de la gestión de la inmigración a la Generalitat de Cataluña y, además, que el presidente del Gobierno no aplica la «amnistía política», es decir, no se reúne con Puigdemont. «Hemos cumplido, pero todo son excusas. ¿Por qué a Sánchez le da angustia reunirse con Puigdemont? No va de fotos sino de reuniones serias para afrontar los retos?», zanjó.

Sobre el primero de los temas descritos por Turull, el propio Sánchez lanzó un guiño este martes, durante su discurso ante los embajadores españoles en el extranjero, apuntando que la oficialidad del catalán en Europa es una prioridad para este Ejecutivo, informa Angie Calero.

En este contexto, parece difícil que Junts dé su apoyo a la aprobación de los presupuestos generales del Estado, que el Gobierno todavía no ha aprobado. No se cumplen las bases mínimas para ni tan siquiera negociarlos. El secretario general de Junts recordó que los independentistas no van a Madrid «a hacer amigos» ni a mantener un bloque en el poder para que otro no lo ejerza. A Turull, todo esto le da igual. Aseguró: «No negociaremos un presupuesto en Madrid si no se acredita el cumplimiento del actual. Los datos no son esperanzadores». Según dijo, del último presupuesto aprobado por el PSOE solo ha cumplido o ejecutado entre el cuarenta y el 45 por ciento previsto.