Sánchez aumenta su seguridad por el rechazo de la calle

La seguridad del jefe del Ejecutivo se compone de tres niveles. El primero es la denominada cápsula del presidente. Son los escoltas que están al lado de Sánchez en sus desplazamientos. El equipo habitual se compone de ocho hombres repartidos en dos o tres coches, incluido el del propio presidente, lo que incluye a los conductores, «que en el caso de la escolta presidencial son también agentes de la Policía, no conductores del parque móvil». Según fuentes policiales consultadas por ABC, esta cápsula ha sido reforzada con un nuevo turno de agentes, lo que ha provocado que en actos recientes haya sido visto rodeado de más escoltas.

Después de la cápsula hay dos anillos: el primero de ellos -el segundo nivel tras la cápsula- se dispone en las proximidades, mientras que el tercero se encuentra entre la gente que acude a los lugares donde está el presidente del Gobierno en distintos actos públicos.

En caso de que se produzca algún ataque, la cápsula tiene como misión poner a salvo al presidente, mientras que los agentes de los anillos perimetrales han de neutralizar a los agresores. Estos niveles se componen de agentes de los GOES (Grupos Operativos Especiales de Seguridad), «los hermanos pequeños de los GEO» (Grupo Especial de Operaciones), dice a este diario un inspector destinado en tareas de seguridad gubernamentales.

En determinados eventos que han contado con la presencia de Pedro Sánchez también han participado los citados GEO, como por ejemplo francotiradores apostados en edificios cercanos.

Estos niveles perimetrales de seguridad se han visto incrementados durante la Presidencia de Sánchez hasta el punto de llamar la atención en distintos lugares o instituciones donde están acostumbrados a recibir a distintos presidentes del Gobierno. Es el caso del programa estrella de Antena 3 Televisión, 'El Hormiguero', al que Sánchez acudió como invitado el pasado 27 de junio, en la precampaña de las elecciones generales del 23 de julio. El despliegue llamó tanto la atención al equipo del programa que el propio presentador, Pablo Motos, dijo en una emisión posterior lo siguiente: «El presidente del Gobierno vino aquí con 90 personas y no estoy exagerando, porque el número exacto de gente que vino eran 90 policías. Esto estaba tomado».

Así fue. Fuentes conocedoras de la visita al programa de máxima audiencia relatan a ABC que los efectivos de seguridad que accedieron a los estudios fueron los «habituales», un número «similar al que llevaba Mariano Rajoy siendo presidente en una visita al mismo programa». La diferencia estriba en que en la última visita de Pedro Sánchez las fuerzas de seguridad tomaron literalmente la zona, blindando todo el perímetro con muchos más efectivos que en la visita de Rajoy siendo éste presidente del Gobierno. De ahí que se desplazaran para la ocasión hasta 90 policías. El motivo, según fuentes policiales, fue que se temía que se formara una concentración de rechazo a Sánchez en los alrededores del plató, ubicado en la calle Alcalá de Madrid. Finalmente no hubo manifestación alguna en los alrededores.

Las decisiones en esta materia corren a cargo de la directora general del Departamento de Seguridad de la Presidencia del Gobierno, la comisaría principal María Marcos. De ella depende «definir, planificar, dirigir, coordinar, ejecutar y controlar el Plan General de Seguridad del Complejo de La Moncloa y los Planes Integrales de Seguridad tanto permanentes como especiales, que haya que establecer al presidente del Gobierno y familia».

Con buena fama en la Policía y amplia experiencia -ha sido jefa de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) y jefa Provincial de León, algunas fuentes le atribuyen cierta «inseguridad» que le ha llevado «a poner más y más gente, porque no quiere que pase algo y le reprochen no haber destinado todos los medios posibles», dice a este diario un inspector jefe con amplia experiencia.

«No domina del todo la situación, pero cuenta con toda la confianza de Pedro Sánchez», añade. «Es algo exagerada, sí, peca de histeria», confirma una fuente de Interior, que señala el enorme coste que tienen estos dispositivos para las arcas públicas. Por debajo de Marcos se sitúa un teniente coronel de la Guardia Civil.

En cuanto a la capacidad del presidente del Gobierno para llevar más o menos escolta, «la verdad es que en España sí la tienen, lo que es un error, algo que no pasa, por ejemplo, en Estados Unidos», dice una fuente de la Seguridad del Estado. Cabe recordar que el el citado Rajoy fue agredido por un joven en un acto en Pontevedra en 2015. El agresor se acercó al entonces presidente, en un acto de campaña electoral, y le propinó un puñetazo que lo dejó magullado y con las gafas rotas. Rajoy era más «despreocupado» que Sánchez para los temas de seguridad y «ahora especialmente en Madrid».

Por otro lado, es sabido el gran malestar que están produciendo los abucheos en Pedro Sánchez, hasta el punto de que se han tomado distintas medidas para atenuarlos en la últimas ediciones de la Fiesta Nacional del 12 de Octubre, la de este año con la tribuna de autoridades instalada en una zona mucho más lejana del público, aunque el Gobierno dijo haberlo hecho debido a «las obras en el paseo de la Castellana».

ABC contactó el viernes con Presidencia del Gobierno para recabar la versión oficial de estos cambios en materia de seguridad, pero no ha habido respuesta.