Moncloa reprocha la «irresponsabilidad» de Yolanda Díaz al hablar de la valla de Melilla

En Exteriores tampoco han caído nada bien las andanadas de Díaz, por lo que se supone de complicar aún más las siempre difíciles relaciones con Marruecos. El ministro Albares fue elegido para, sobre todo, enderezar las relaciones con ese país tras la avalancha de Ceuta y se han hecho gestos tan significativos para ello como el giro copernicano en la postura española sobre el Sahara occidental.

El directamente aludido, Fernando Grande-Marlaska, aprovechó su viaje de ayer, precisamente a la Ciudad autónoma, para recordar a la vicepresidente segunda un par de cosas: la primera, que «nunca me ha comentado en privado» que de ser presidenta le hubiera destituido; la segunda, que «la Fiscalía hizo una «investigación profusa» que se archivó sin que viera ninguna conducta delictiva por parte de las Fuerzas de Seguridad. «Se actuó como yo siempre defendí, en parámetros de legalidad y necesidad», remachó el titular de Interior.

No solo a Marlaska le han causado perplejidad las declaraciones de Díaz. Margarita Robles, ministra de Defensa y que no es precisamente quien tiene la mejor relación con el titular de Interior en el Gobierno, no ha dudado en salir en su defensa. En un desayuno informativo aseguró que «No está bien salir diciendo que un ministro tiene que dimitir cuando tú formas parte de un Gobierno o hablar de machismo que yo no he visto; si ella lo ha visto, que explique cuándo». Y ha concluido: «No se puede decir que la responsabilidad es de un ministro porque cuando hay responsabilidades en un Gobierno es una responsabilidad solidaria».

Pero más allá de Albares y Robles, hay que recordar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido el principal valedor de Marlaska en el Ejecutivo y lo ha respaldado en todas las polémicas que le han afectado.