El Congreso da el primer paso para un embargo total de armas a Israel

Una vez los socios de izquierdas han tenido atado el respaldo de los socialistas, la ley quedaba en manos de la derecha nacionalista, PNV y sobre todo Junts —habitual piedra, junto con Podemos, en el zapato del Gobierno de PSOE y Sumar—, que, finalmente, anunciaban su voto a favor de prohibir la compraventa de material militar y policial con el Estado hebreo. Los neoconvergentes han exigido, eso sí, no usar el embargo de armas a Israel como «aquelarre partidista y demagógico» y tiran de ironía, como ha hecho el diputado Isidre Gavin, al afirmar no haber observado «tanto entusiasmo» por pedir que se persiga a Irán por dar apoyo a Hamás o Hizbulá, o a Marruecos por someter a los saharauis.

«Hoy se sigue facilitando la exportación e importancia a Israel [...] aunque Marlaska y Robles pretendan minimizar estas denuncias. Si por la mañana se dice una cosa y por la tarde, otra, lo que pareciera valiente comienza a ser falaz e hipócrita», ha denunciado el diputado de Sumar Gerardo Pisarello, arremetiendo contra un Gobierno del que también forma parte su coalición y echando en cara a su socio, el PSOE, no haber efectuado ya el embargo formal. «Podría haberse hecho ya con voluntad política en el Consejo de Ministros», le ha recriminado a los socialistas. «Desde el primer momento, Sánchez ha sido claro y contundente condenando los ataques de Hamás y apoyando expresamente al pueblo palestino. Los socialistas hemos sido, somos y seremos garantes de la paz y los derechos humanos», ha salido a decir la parlamentaria Caridad Rives en nombre del PSOE.

«Es muy interesante que el Gobierno diga que no compra ni vende armas al mismo tiempo que presenta una ley para que se haga un embargo de armas», afean desde Podemos al socio minoritario del Ejecutivo, con quien llevan meses disputando la batalla por la hegemonía de la izquierda alternativa al PSOE. Una opinión en la que su secretaria general, Ione Belarra, no ha dudado en ahondar al tachar de «hipocresía supina» que el Ministerio del Interior haya cancelado un contrato de balas israelíes mientras «mantiene hasta diez en las mismas condiciones por más de ochocientos millones de euros» o que Sánchez «pida la exclusión de Israel de Eurovisión dos días después [de la celebración del certamen], con un lavado de cara que ya se ha producido, al tiempo que mantiene la compraventa de armas».

Mismo argumento esgrimido, horas después, por la diputada de la formación izquierdista Martina Velarde, quien, desde la tribuna del Congreso, ha pedido a Sánchez «pasar de palabras a hechos» y salir de ese «bucle ridículo de postureo» en el que están inmersos tanto PSOE como Sumar, según ella. «El Gobierno dice que no comercia con armas con Israel. Si no comercian, ¿por qué apoyan esta iniciativa? ¿Por qué se suman? Demuestra que ustedes mienten. Antes y ahora», se ha quejado Velarde al tiempo que ha instado al Ejecutivo a aprobar vía real decreto ley en Consejo de Ministros el embargo formal de armas a Israel «mañana mismo». «Igual que han podido subir el gasto militar, que lo hagan ahora [con el embargo total a Israel]», ha zanjado.

Bildu, único aliado de izquierda del PSOE que no firmaba la proposición de ley, se ha alineado con los firmantes del texto al exigir que nuestro país no sea cómplice ni colaborador de un «genocidio» e ir un paso más allá y reclamar el «aislamiento» total para los que lo practiquen. Algo que incluye competiciones internacionales de cualquier índole, incluidos certámenes musicales como el de Eurovisión. También lo ha hecho el BNG, cuyo único diputado nacional, Néstor Rego, considera una «vergüenza» que existan dos varas de medir. «Israel actúa con impunidad y a Rusia se le impusieron muchísimas sanciones», ha criticado.

La norma a la que el Congreso ha dado luz verde esta martes plantea prohibir «toda venta, suministro, transferencia o exportación que tenga como destino directo o indirecto» el territorio de un Estado que haya sido «demandado ante un tribunal internacional cuya jurisdicción haya sido ratificada por España [...] por la comisión de un crimen de genocidio, crímenes de lesa humanidad, infracciones graves de los Convenios de Ginebra de 1949, ataques dirigidos contra bienes de carácter civil o personas civiles [...]» mediante la reforma de la actual normativa sobre el control del comercio exterior de material de defensa y de doble uso. Algo que también afecta a todo aquel material policial y antidisturbios, incluyendo piezas de repuesto del mismo, y combustible de ámbito militar.

El texto de la ley —cuyo origen se sitúa en la sociedad civil y, en concreto, en movimientos como la Red Solidaria de Ocupación de Palestina (Rescop) y la Campaña por el Fin del Comercio de Armas con Israel— incorpora, además, un protocolo específico para que el Ejecutivo español despliegue la inspección de la carga de los buques y aeronaves que pasen por nuestro país con destino a Israel y habilite la incautación de material militar que pudieran portar. Asimismo, la citada proposición de ley establece la «revocación y consecuente pérdida inmediarta de vigencia de todas las autorizaciones ya concedidas a dicho Estado que estén vigentes en el momento de la declaración del embargo, así como la prohibición de otorgar nuevas autorizaciones».

Pese a la insistencia de Sumar de que se trata de una ley que «no es decisión de un Ejecutivo de turno, sino una decisión de país», la oposición se manifiesta frontalmente en contra e incluso llega a considerarla un «despropósito total». Es el caso de Vox, cuyo diputado Alberto Asarta denuncia que la izquierda y la extrema izquierda «pongan la ideología y los autoritarismos por encima del interés de España» al tiempo que lamenta que esta reforma vaya a afectar a la seguridad nacional, a la industria de defensa española y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. El PP, por su parte, critica que todo esto no sea más que un «pastiche jurídico que destila un rancio antisemitismo».