El PSOE apostará por el PNV pese a los avances y pactos con Bildu

Los socialistas contemporizan tras contribuir a la aceleración de la normalización de Bildu

Los socialistas vascos sí refuerzan su perfil respecto al PNV para ganar autonomía y ser menos sumisos

Sánchez no vota la reforma del 'sí es sí' pactada con el PP

Aitor Esteban y Félix Bolaños, esta semana en el Congreso Jaime García

En la actualidad, PNV y PSE gozan de un amplio pacto de Gobierno que les permite controlar todas las instituciones vascas de relevancia. Además del Gobierno autonómico, también dominan las tres Diputaciones Forales y los ayuntamientos de las tres capitales de ... provincia. Ese pacto se extendió en los últimos comicios municipales a numerosos municipios vascos.

Son todos ellos acuerdos que se gestaron durante el liderazgo de Idoia Mendia al frente de los socialistas vascos y que han dotado al País Vasco de una suerte de estabilidad política ajena a la convulsión de la política nacional. Sin embargo, Mendia no estará en el futuro al frente de nuevas negociaciones de investidura.

Hasta ahora lo habitual era que después de las elecciones, fueran del tipo que fueran, el pacto PNV-PSE se diera por hecho. Un par de reuniones protocolarias entre Urkullu y Mendia bastaban para firmar un pacto de investidura y formar un Gobierno de coalición liderado por los peneuvistas. Ninguno de los dos se planteaban negociar con otros partidos. Sin embargo, la irrupción de Eneko Andueza en el tablero político como nuevo líder socialista altera ese remanso de paz. La renovación del liderazgo en combinación con el rol de EH Bildu como aliado circunstancial de los socialistas –una condición que ostentan en el Congreso de los Diputados desde 2018 como sostén de Pedro Sánchez, y también en el Gobierno de Navarra de la socialista María Chivite, cuya investidura facilitaron en 2019–, son determinantes en la nueva situación.

En una de las primeras entrevistas que concedió Andueza tras acceder a la secretaría general de los socialistas vascos advirtió su intención de «explorar» también otras vías de pactos, sin descartar a EH Bildu. No obstante, todas las fuentes consultadas coinciden en señalar que esa alianza, que no es descartable en el medio o largo plazo, no parece viable en este ciclo electoral. Cada vez que le han preguntado por esta cuestión, Andueza siempre ha puesto como condición la necesidad de que la izquierda 'abertzale' haga una condena clara de la violencia y un reconocimiento sin fisuras del daño causado antes de hablar de cualquier tipo de alianza de Gobierno. «Todavía queda camino por recorrer», ha asegurado en más de una ocasión.

El nuevo rol que han sumido los herederos de Batasuna con el Gobierno es visto con muchos recelos desde el PNV

El País Vasco afronta un ciclo electoral al que sumarán en el año 2024 las elecciones autonómicas. El nuevo rol de Bildu lleva tiempo generando desafección en un PNV, que no se siente bien tratado por el Gobierno. Han sido varias las ocasiones en las que Bildu se ha llevado el protagonismo de acuerdos clave con el PSOE. En ocasiones exhibiendo como contrapartidas cuestiones que ya se habían acordado previamente con el PNV. «Ellos aspiran a sustituir al PNV en todo. También como conseguidor en Madrid. Han sido muy inteligentes. Han leído que hacían falta y han empezado a ocupar ese espacio, porque aquí no hablan nunca de soberanismo», reflexionan en el PSOE.

Sin embargo, desde la sala de máquinas socialista apuntan claramente a que no hay que esperar una alteración sustancial del actual escenario. «La estrategia pasa por repetir los acuerdos con el PNV», trasladan desde el área de Organización de la calle Ferraz. «Donde se sume se pactará con el PNV», corroboran otras fuentes socialistas. Sí plantean dentro del partido que esa asociación «tiene un coste electoral» pero que es lo mejor para el País Vasco en términos de «estabilidad». Y sí defienden que es necesario, y ahí entra Andueza, tener «una voz propia». Es decir, ganar algo de autonomía respecto al PNV. «Esto pone nerviosos a algunas personas acostumbradas a una relación sin tiranteces», explican a ABC fuentes socialistas. En la orilla opuesta estarían quienes abogan por alianzas completamente abiertas, sin esa dependencia del PNV. La idea socialista es buscar un equilibrio: «De forma masiva todo el partido está en eso».

Más rápido de lo deseable

Los socialistas reconocen que el proceso de normalización de Bildu ha ido más rápido de lo que les habría gustado incluso a ellos mismos. La clave de esos tiempos ha tenido que ver con las necesidades socialistas. Pero explican que «hay dos Bildu», en referencia a que allí donde no son fuerza mayoritaria su prioridad es el eje ideológico. «Pero en País Vasco, cuando han tenido que posicionarse entre independencia/soberanismo o izquierda, han elegido lo primero», lamentan desde el PSOE. Allí el marco de relación cambia. Y es por ello que los recelos socialistas son mayores.

El escenario con el que siguen trabajando los socialistas es ese en las principales instituciones. Y no creen que vaya a abrirse en escenario de pacto entre PNV y Bildu. «Eso ya pasó con el Pacto de Estella. Y la sociedad vasca no está en eso. Se ha acostumbrado a la tranquilidad que empezó con nuestro gobierno».

Lo que sí parece más viable, a corto plazo, es la proliferación de acuerdos puntuales en localidades de tamaño medio. Andueza se forjó como socialista en el Ayuntamiento de Ermua, una de las plazas históricas del socialismo vasco. El PSE gobierna con el apoyo del PNV, pero eso no ha sido obstáculo para acordar las cuentas municipales varios años seguidos con EH Bildu. Tanto es así, que el PNV llegó a afear a sus socios de Gobierno el «laboratorio político» que estaban ensayando en la localidad guipuzcoana.

El de Éibar no ha sido el único acuerdo municipal que han sellado socialistas y 'abertzales' en el País Vasco. Esa alianza también la han utilizado para sacar adelante los presupuestos en Irún, Durango o Iruña de Oca. «Planteamos políticas de acuerdos y de pactos si eso mejora la vida de la gente», dijo hace un mes Arnaldo Otegi en un acto organizado por Nueva Economía Fórum en Bilbao, cuando le preguntaron por esos acuerdos.

Equilibrio imperfecto

Acuerdos preferentes

El PSE apoya al PNV en todas las instituciones vascas de relevancia, que van desde el Gobierno autonómico a las tres Diputaciones Forales y las tres capitales de provincia. También sucede en numerosos municipios.

Nuevo líder, nuevos pactos

Eneko Andueza ha dejado ya indicios claros de que está abierto a incluir a EH Bildu en el abanico de pactos, aunque formalmente apela a que no lo hará hasta que los proetarras condenen sin matices a ETA. Está por ver si lo cumple.

Navarra, el problema

La socialista María Chivite gobierna en Navarra con el permiso de EH Bildu. El PSN aspira a seguir al frente de la comunidad foral sin tener que incluir a los herederos de Batasuna en el Ejecutivo, pero no lo tiene fácil.

Estrategia de Bildu

Aspiran a sustituir al PNV como los 'conseguidores' del País Vasco en Madrid. Para ello, en la capital dejan aparcado su discurso soberanista. El problema es que los nacionalistas recelan de la relación de Sánchez con Bildu.

Y es que llegar a acuerdos municipales es un eslabón más en la hoja de ruta puesta en marcha por los independentistas vascos para mostrarse como un partido útil. Los representantes de EH Bildu han repetido hasta la saciedad su preferencia por un gran acuerdo de izquierdas que una a Podemos, independentistas y socialistas. Sin embargo, hoy por hoy los números son muy ajustados y esa posibilidad aún parece lejana. «Es más previsible un pacto del PNV con EH Bildu que un tripartito de izquierdas».

Vitoria podría ser el municipio que aporte alguna pista acerca de lo que ocurrirá en este nuevo ciclo político. Las encuestas auguran un triple empate en el Ayuntamiento, donde PNV ganaría por la mínima con EH Bildu pisándole los talones. El PSE, convertido en tercera fuerza política, y muy cerca de los dos primeros, podría tener la llave de Gobierno. A un mes para la cita con las urnas ninguna de las opciones está descartada.

Otra cuestión muy diferente es lo que ocurra en Navarra. La socialista María Chivite gobierna la comunidad foral después de un acuerdo 'in extremis' con EH Bildu. Las encuestas auguran una victoria de UPN, que podría tenerlo muy complicado para gobernar. Al igual que ya le sucedió en 2019. Más ahora que el PP se presenta por separado. La alianza de los socialistas navarros con Bildu es más que previsible. Pero a lo que aspiran tanto Ferraz como María Chivite es a repetir la fórmula de esta legislatura que ha permitido que Bildu no llegue a entrar en el Gobierno regional.

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