Vox recurrirá la reforma del Código Penal, pero se estanca con la moción de censura

El número dos del partido lamenta que los cargos socialistas se han limitado a criticar con un «tono moderado y electoralista» la decisión de su líder a pocos meses de las autonómicas y municipales de mayo. Es por ello que una de sus pretensiones a corto plazo será la de poner sobre la mesa cómo están el resto de partidos políticos ante una situación de tamaña gravedad: «Estamos abiertos en trabajar en todos los caminos que nos lleven a desalojar a Sánchez y al resto de líderes, desde La Moncloa a cada ayuntamiento», ha declarado Garriga.

En este sentido, Vox se presenta como una alternativa de principios sólidos, la cual debe pasar por contar con el apoyo del Partido Popular, aunque reconocen abiertamente que últimamente no comprenden algunas de las declaraciones de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, quien dijo iba a permitir gobernar de nuevo a Sánchez en caso de ganar los comicios generales de diciembre. Garriga ha asegurado que la formación se siente del todo desconcertada ante un PP que no ha tenido problema en «entregarle la Justicia a Sánchez» y que además está dispuesto a rechazar el ingreso en prisión de Griñán. Por este motivo exigen saber «de qué lado están el resto de formaciones políticas para poder conformar esa alternativa real que tanto merece esta nación».

Noticia Relacionada

Vox vuelve a recurrir la ley de Memoria Democrática: «Es totalitaria y propia de las peores dictaduras»

P. Romero

La formación de Abascal tacha la norma de «ideológica y partidista» y denuncia ante el Constitucional que, mientras «se repara la historia de unas víctimas, se discrimina a los combatientes del otro lado»

Además de la rebaja de la malversación y la anulación de la sedición, era inevitable que el secretario general de la formación se pronunciara también sobre las medidas antiaborto impulsadas por Vox en Castilla y León: «Es sorprendente el revuelo generado ante unas medidas de sentido común que solo quieren informar», ha insistido antes de aseverar que lo que realmente le preocupa al jefe del Ejecutivo español es que «gracias a Vox, Castilla y León está siendo el dique de contención de sus políticas y un ejemplo de lo que el Gobierno podría ser» tras los próximos comicios.

Las medidas, entre las que figura el controvertido «protocolo del latido fetal», han provocado discrepancias en el seno de la coalición autonómica PP-Vox. Sin embargo, el propio Garriga ha querido desmentirlas pese a que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha sido la última en sumarse al carro de las críticas. Parta ello, se ha remitido a la declaración de Juan García-Gallardo, en la que el vicepresidente de la Junta castellanoleonesa salía al lado del portavoz de la Junta, el popular Carlos Fernández. Un gesto que evidencia que se trata de «una decisión consensuada que estaba previsto tomar». «Como esta, habrá muchas más», ha advertido.

Preguntado por si la polémica desatada en la Junta podría llegar a desmovilizar al electorado de derechas en esta comunidad autónoma, se ha mostrado despreocupado e incluso ha asegurado que provocará el efecto contrario: «La Vox es coherente con sus planteamientos de su fundación. Algo que va a estimular al electorado» por lo que no pretenden dar ningún paso atrás.

La moción de censura era el elefante en la habitación, pero Vox continúa sin novedades y el tiempo corre en su contra con las generales a la vuelta de la esquina. Aún no tienen fecha ni candidato, pero fuentes internas aseguran que son «un partido de palabra» y que van a impulsarla sí o sí. Confían en que Génova se sume a ella, aunque su inquietud sobre si al final va a acabar convirtiéndose en una moción para el PP no desaparece como ya demostró Santiago Abascal el pasado viernes a su salida del Constitucional tras recurrir una vez más la Ley de Memoria Democrática. «Tenemos muy claro dónde estamos y los principios que defendemos, pero ¿todos lo tienen igual de claro que nosotros y no van a suscribir ningún pacto a los que quieren rendir la nación? La pregunta habrá que hacérsela a otras formaciones políticas», ha sentenciado Garriga.