El PP hará que este jueves se vote por llamamiento la derogación de la sedición: «Es el día de la verdad»

La portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso comparecía por primera vez en el escritorio de la Cámara Baja; una estancia que no se podía utilizar para dar declaraciones hasta esta semana por las restricciones que aún se mantenían por la pandemia del Covid-19. Su estreno en ella —antes del coronavirus la portavoz era todavía Cayetana Álvarez de Toledo—, revestido de solemnidad, ha servido para lanzar un aviso a las filas del PSOE: «Mañana es el día de la verdad para muchos socialistas. La clave no es lo que se dice, sino lo que se hace».

Con estas palabras, el PP busca situar en una posición incómoda a los diputados socialistas, especialmente a los de Aragón y Castilla-La Mancha, habida cuenta de las críticas de los presidentes autonómicos Javier Lambán y Emiliano García-Page, ambos barones socialistas, a la reforma del Código Penal para sustituir la sedición por un delito de desórdenes públicos agravados. Ahora, los parlamentarios del PSOE en estos territorios, entre la espada y la pared, deberán decidir si votan contra el criterio de sus dirigentes regionales o si se saltan la disciplina de voto impuesta a sus señorías.

Dicho de otra manera, los populares quieren 'retratar' el 'sí' de los socialistas a la toma en consideración de la proposición de ley de PSOE y Unidas Podemos. Una iniciativa que plantea la derogación de la sedición y avanza en la línea opuesta marcada por Pedro Sánchez antes de las elecciones del 2019, cuando prometía tipificar el referéndum ilegal, «traer» a Carles Puigdemont ante la Justicia o revisar el delito de rebelión para que ese tipo penal no fuese exclusivo de golpes militares.

«Estos días se está produciendo la tramitación de los Presupuestos y lo que se desarrolla es el pago por parte de Pedro Sánchez; los pagos pendientes tanto a aquellos que cometieron los delitos de sedición como a los herederos de ETA», ha comenzado Gamarra, antes de anunciar la petición de su partido de que la votación de este jueves en lo relativo a la sedición se produzca por llamamiento.

El artículo 85.1 del reglamento del Congreso especifica: «La votación será pública por llamamiento o secreta cuando así lo exija este reglamento o lo soliciten dos grupos parlamentarios o una quinta parte de los diputados o de los miembros de la comisión. Si hubiere solicitudes concurrentes en sentido contrario, prevalecerá la de votación secreta. En ningún caso podrá ser secreta la votación en los procedimientos legislativos o en aquellos casos en los que los acuerdos hayan de adoptarse en función del criterio de voto ponderado».

El PP, con 88 diputados, supera la quinta parte que marca el reglamento, por lo que la votación será por llamamiento de forma automática. No cabe, según distintas fuentes consultadas por ABC, posibilidad alguna de que la Mesa del Congreso se oponga a la solicitud de los populares. Por tanto, los 349 diputados —el escaño del inhabilitado Alberto Rodríguez sigue vacante— pronunciarán la palabra 'sí', 'no' o 'abstención' desde sus escaños.

Gamarra ha cargado duramente contra «el pago» a Bildu, «la salida de la Guardia Civil de tráfico de Navarra», y ha lamentado que con este acuerdo, incluido en el pacto cerrado este martes entre el Gobierno y los 'abertzales' para el respaldo de estos a los Presupuestos, «se materializa la reivindicación de los herederos de ETA». Bildu es una coalición separatista vasca que integra a Sortu, partido heredero de la ilegalizada Batasuna, antiguo brazo político de la disuelta banda terrorista ETA.

De 'pago' a 'pago', la número dos del PP ha censurado que este jueves vaya a votarse lo que, a su juicio, no es sino «la impunidad» de los dirigentes catalanes que fueron condenados por sedición o están fugados de la Justicia. «La desaparición del delito será la victoria de aquellos que pusieron en jaque el orden constitucional, pero no pudieron conseguir sus objetivos porque el Estado de derecho era más fuerte», ha advertido Gamarra, quien ha apelado a los socialistas: «Van a decidir si van a ser cómplices y van a faltar a la confianza de sus electores».

Para sostener las críticas a la transferencia de tráfico a la Comunidad Foral de Navarra, Gamarra ha rechazado cualquier comparativa con el acuerdo alcanzado en su día por el expresidente popular José María Aznar con la Generalitat de Cataluña para cederle esta misma competencia. «Pactar con Bildu, los herederos de ETA, aquello que ETA estuvo exigiendo a través del terrorismo... Creo que hay una gran diferencia con cualquier otra cuestión».