Podemos se revuelve contra Yolanda Díaz y la acusa de hacer campaña de sus rivales

A un lado, la líder de los comunes, Ada Colau; y al otro, la de Más Madrid, Mónica García. Pareció esto una entrada calculada, pero fuentes de Sumar aseguraron al final del evento que fue en realidad tan «genial» como «improvisada». Detrás de ellas, el resto de dirigentes políticos de partidos progresistas y portavoces de la sociedad civil que han acompañado a Díaz en este año de construcción del proyecto electoral. Y también los representantes de los 35 grupos de trabajo que llevan meses elaborando la propuesta programática que negociará con quien se coaligue. Ya es la candidata.

«Me tomé mi tiempo, sé que a veces no me comprendíais, soy una mujer que dudo mucho. Pero es verdad que creo que dudar es muy importante para tomar decisiones importantes en la vida. Sí, reivindico la duda. Y hoy, humildemente, creo que puedo ser útil en nuestro país; hoy, humildemente, voy a dar un paso adelante. Quiero ser la primera presidenta de mi país, la primera presidenta de España. Es la hora de que seamos las protagonistas de la historia. La España de las mujeres es imparable», expresó Díaz para cerrar su intervención. El recinto, lleno. Los 3.000 asistentes aplaudieron. En el patio, otras 2.000 personas, que se quedaron sin poder acceder, siguieron sus declaraciones a través de pantallas que la organización había preparado. Tenían claro que el espacio iba a quedarse pequeño. Díaz garantizó que estará «a la altura» del reto que se le pone por delante con Sumar. «Vamos a dar respuestas a nuestro país, que tiene sed de cambio», continuó, y la vicepresidenta segunda planteó entonces algunas líneas maestras de su proyecto, como impulsar una reforma empresarial, llevar la salud bucodental a la Sanidad Pública o avanzar en políticas feministas y ecologistas. «Empieza todo», decía el cartel de encima.

El acto más importante de Sumar hasta la fecha ha logrado la fotografía de los partidos progresistas unidos -incluso abrazados- con la ausencia deliberada de Podemos. «La vida se cuenta con presencias, pero también con ausencias», reprochó la líder de Más Madrid a la entrada del acto. Y Colau, más carbón al finalizar la jornada: «Éramos personas muy diversas. Quien quiera estar, bienvenido sea; quien no, es su decisión». En la Secretaría General de Podemos se quedaron mudos.

Solo el cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero, una persona que a pesar de no tener cargo orgánico sigue siendo una voz de peso para el partido, se atrevió a lanzar un mensaje en Twitter recogiendo el malestar de la dirección. «Hay que trabajar para la unidad. Hacen falta todas las fuerzas, también la que representa Yolanda Díaz. Pero es ministra de Unidas Podemos y hoy ha hecho campaña por partidos que compiten contra Unidas Podemos. Eso es ruido. Estruendoso».

Monedero lo dijo porque al principio de su intervención hubo un momento muy relevante en el contexto de tensiones entre Sumar y Podemos. Díaz utilizó unos minutos para nombrar y agradecer personalmente su trabajo y apoyo a Ada Colau (En Comú), Mónica García y Rita Maestre (ambas de Más Madrid), Joan Ribó (Compromís), Íñigo Errejón (Más País), Alberto Garzón (Izquierda Unida), Enrique Santiago (PCE), Antón Gómez Reino (Galicia en Común) y Juantxo López de Uralde (Alianza Verde). A todos menos a Podemos, claro. Y, cuando decía un nombre, la cámara enfocaba a la persona. A Rita Maestre, que se presenta el 28-M a las elecciones municipales en la capital, le gritaron alcaldesa. Y a Mónica García, presidenta. Y en Podemos cayó como un jarro de agua fría porque tienen a dos dirigentes, Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor, que se presentan en la misma región y el mismo ayuntamiento sin un acuerdo con Más Madrid. También mencionó la vicepresidenta a la Chunta Aragonesista, Contigo Navarra, Proyecto Drago, Iniciativa del Pueblo Andaluz, Batzarre, Equo, Partido Verde Europeo, Coalición por Melilla y Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC). Todos apoyos suyos.

Podemos supeditó su asistencia al acto a que Díaz se comprometiera por escrito a celebrar unas «primarias abiertas» para elaborar las candidaturas de una eventual coalición de izquierdas. Cuando Podemos alzó la voz y aseguró que seguían sin negociar con Díaz y que cada vez era más tarde, Sumar les ofreció sentarse. Entonces, el equipo de Díaz les ofreció una documento para negociar unas primarias multilaterales que no se ceñía a sus requisitos. Fuentes de Podemos aseguran que quieren una negociación bilateral Podemos-Sumar y no sentarse en igualdad de condiciones con ex del partido como Íñigo Errejón o siglas regionalistas como la Chunta. Además, aseguran que Díaz no se compromete a que el formato de las primarias sea «abierto para toda la ciudadanía».

Solo una dirigente territorial de Podemos, afín a la cúpula, puso un mensaje a Díaz. Irene de Miguel, secretaria general por Extremadura, se saltó la disciplina de Belarra y escribió en Twitter que espera que pronto puedan encontrarse Sumar y Podemos.

La vicepresidenta también aseguró que «no es de nadie» y que rechaza «tutelas». Unas declaraciones que fueron interpretadas como un mensaje a Pablo Iglesias, exvicepresidente y exlíder de Podemos, que presiona a través de los medios de comunicación para que el partido morado no pierda peso en coalición con Sumar. Hace dos años que Iglesias la nombró a dedo su sucesora y dijo que sería la próxima presidenta del Gobierno. Sin embargo, ella tiene asumido que es el momento de pasar página de Unidas Podemos y crear un proyecto novedoso y «más abierto». «Estamos cansadas de tutelas, de ser ninguneadas. Muy cansadas. Y lo seguiremos diciendo: no pertenecemos a nadie más que a nosotras mismas», expresó. En el público, purgados y críticos de Podemos aplaudían: Nacho Escartín (exlíder de Podemos en Aragón), Daniel Ripa (ex en Asturias y actual diputado autonómico), Eduardo Santos (consejero del Gobierno en Navarra), Lander Martínez (ex de Podemos Euskadi) y Óscar Urralburu (ex en la Región de Murcia). Y Carla Antonelli, que rompió el carnet del PSOE hace unos meses, fue quien presentó a la ya precandidata.