La pésima relación del Gobierno con Tel Aviv agrava la crisis de la compra de balas

Más allá de los «fines políticos» de los que habló el primer ministro israelí -relacionados con la profunda crisis en la coalición de Gobierno por el asunto de las balas-, en la segunda parte de su reacción Netanyahu se refirió a la cuestión principal que distanció a Israel del Ejecutivo de Pedro Sánchez: el reconocimiento de Palestina como Estado. Ocurrió el 28 de mayo de 2024, cuando, en una declaración institucional desde el Palacio de La Moncloa, Sánchez anunció esta histórica decisión, que llegaba después de que ya lo hubieran hecho Irlanda y Noruega.

«El reconocimiento es una decisión que no adoptamos contra nadie, menos aún en contra de Israel, un pueblo amigo al que respetamos, y con el que queremos tener la mejor relación posible», señaló Sánchez para intentar mitigar la reacción de Israel, que no se hizo esperar: Netanyahu llamó a consultas a su embajadora en Madrid, Rodica Radian-Gordon, quien volvió de inmediato a su país.

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I. Pereira

Esta orden a la encargada de la jefatura de misión de Tel Aviv en España es la que utilizan los países cuando quieren expresar su enfado con alguna decisión tomada por el Gobierno de un país con el que tienen relaciones bilaterales. Desde entonces, aunque la embajada de Israel en Madrid funciona con normalidad en todo lo relacionado a trámites administrativos, el distanciamiento entre países no se ha resuelto a día de hoy.

Según informó ABC en su momento, a Radian-Gordon le quedaban unos meses para jubilarse cuando salió de Madrid. Aunque Israel ya había nombrado a un nuevo embajador para sustituirla, el tiempo fue pasando y, en vista de que el Gobierno de Netanyahu no tenía previsto poner fin a la llamada a consultas, este nuevo jefe de misión fue enviado a Países Bajos como embajador. Desde entonces, según ha podido saber este periódico por fuentes de toda solvencia, Israel «no tiene designado» un nuevo representante para Madrid. Después de la crisis de las balas desatada por Sánchez, no parece que Israel vaya a tener prisa en recomponer las relaciones con España con el gesto definitivo de mandar a un nuevo embajador, que sería el encargado de mantener las relaciones al más alto nivel con el Ejecutivo.

Mientras tanto, ayer, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares -que «no es muy amigo de Israel», como afirma un diplomático a ABC- cargó contra el Gobierno de Israel en un mensaje en X. Criticó las muertes de «miles» de civiles en sus operaciones en Gaza y Cisjordania, pidió la entrada «inmediata» de ayuda humanitaria y «el alto el fuego permanente».