Sánchez no dará estabilidad a los gobiernos del PP y pide su apoyo a la reforma de la ley de extranjería

Sánchez ha añadido en rueda de prensa que el Partido Socialista seguirá haciendo «oposición responsable» y estudiará cada apoyo puntual a cada propuesta legislativa en las diferentes autonomías. Sánchez sí ha pedido al Partido Popular que rompa los acuerdos de gobierno con Vox a nivel municipal en toda España.

«No puedo ocultar mi alegría y felicidad», ha insistido Sánchez, que ha dicho que es motivo de «celebración el final de algo que jamás tuvo que suceder en nuestro país, que es la entrada de la ultraderecha en gobiernos autonómicos, con carteras importantes».

Vox ha anunciado la salida tras un acuerdo del PP con el Gobierno para que las comunidades acepten el reparto de menores inmigrantes no acompañados. El líder de la formación, Santiago Abascal, ha señalado al PP por haber «creído oportuno pactar permanentemente con el autócrata» de Sánchez, repartiéndose los jueces, los puestos en Europa, el Constitucional, el Tribunal de Cuentas, RTVE, la Junta Electoral Central y las Comisiones en Congreso y Senado.

Sánchez ha dicho que tiende la mano al PP si este se muestra dispuesto a romper las políticas aprobadas con Vox hasta el día de hoy. «Tiene una gran oportunidad, la prueba del algodón, que es la reforma de la ley de extranjería, en una crisis provocada por el rechazo de PP y Vox a la solidaridad con un territorio como es Canarias, que está sufriendo la presión de la inmigración».

Sánchez ha instado al PP y a su líder, Alberto Núñez Feijoo, a que lleguen a un acuerdo con el Gobierno «razonable, constitucional, solidario y respetuoso con las competencias de las comunidades autónomas», describiendo así su propuesta de reforma de la ley de extranjería.

Sobre la propuesta del Partido Socialista que sea José Luis Escrivá, actual ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, como gobernador del Banco de España, a pesar de su marcado carácter político, Sánchez ha dicho que tiene «un gran currículum» y que está perfectamente preparado para ese cargo.

Sánchez ha estado en Washington los días 9, 10 y 11, en una cumbre de la OTAN, y ha mantenido tres reuniones bilaterales, con sus homólogos de Noruega, Montenegro y Nueva Zelanda. Este último país no es integrante de la OTAN, pero estuvo invitado para una serie de reuniones sobre seguridad y cooperación en el Índico y el Pacífico.

En sus diversas reuniones, Sánchez hizo referencia al conflicto palestino, diciendo que una defensa del derecho humanitario en Ucrania debe ir pareja a una similar en el caso de Gaza. «No podemos ser acusados de dobles estándares que debilitarían nuestro apoyo a Ucrania», dijo Sánchez en un foro público el miércoles. Añadió: «Si afirmamos que el derecho internacional debe respetarse en Ucrania, también debemos exigir que se respete en Gaza».

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Esa insistencia no se tradujo en apoyo alguno a su propuesta de una conferencia de paz para Palestina y analizar de forma conjunta en el seno de la OTAN cómo evitar que esta alianza sea acusada de «doble rasero» por las diferencias ante los conflictos de Ucrania y de Gaza.

España ha sido señalada como uno de los países que no llegan al compromiso de gastar el 2% del PIB en defensa, pero para los anfitriones los compromisos adquiridos por Sánchez son suficientes.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo: «Cuando el presidente Biden llegó a la Casa Blanca nueve aliados llegaban a ese compromiso del 2%, ahora son 23, más del doble en los pasados tres años y medio, eso es importante, y del resto de las naciones que no llegan al 2% la mayoría tiene planes de llegar a ese punto, y confiamos en que así lo hagan».