Un partido pro cannabis hace historia al lograr dos concejales en un pueblo de Navarra
Su objetivo es regular y despenalizar el consumo y cultivo de cannabis: desde el uso individual a la industria
PSOE y PP rechazan en el Congreso la regulación del cannabis terapéutico y recreativo: «Son dos debates distintos»
M. Lozano
En partido cannábico Luz Verde ha sembrado en estas elecciones del 28M la «semilla democrática del cannabis y sus libertades», según presumen ellos mismos en sus redes sociales. La formación ha hecho historia al lograr dos concejales, los primeros cannábicos en Europa.
Los elegidos son Andrés y Germán, concejales en Murillo el Fruto, una pequeña localidad Navarra de poco más de 600 habitantes. Según su manifiesto fundacional, el objetivo del partido es regular y despenalizar el consumo y cultivo de cannabis.
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En concreto, proponen «una regulación integral del consumo y cultivo de cannabis de uso adulto, tanto del medicinal, como del mal llamado recreativo. Que se despenalice y se regule desde el autocultivo individual, el colectivo con las asociaciones, el medicinal, a través de la Seguridad Social y las farmacias, las tiendas, los grows, los bancos de semillas y la industria del cannabis y del cáñamo industrial, que hará emerger un nuevo sector, como ya está sucediendo a nivel global, consiguiendo posicionarnos y reportando beneficios sociales y salida de las crisis», señalan.
¡HEMOS HECHO HISTORIA!@LuzverdeRc obtiene DOS CONCEJALES en Murillo el Fruto en sus primeras elecciones.
— LuzVerde.PC (@LuzverdeRc) May 28, 2023
Son los PRIMEROS CONCEJALES CANNÁBICOS EN EUROPA (Andrés y Germán)
La semilla democratica del cannabis y sus libertades está plantada en Murillo el fruto 😘💚👍👏
GRACIAS pic.twitter.com/0T68zsu2ov
Revisión y anulación de condenas
Además, otra de sus peticiones es «que se deje de perseguir y criminalizar a todo el sector y se revisen y anulen todas las condenas por cannabis».
Todo esto lo hacen para «defender los valores del pacifismo, ecologismo, feminismo, republicanismo, laicismo, la solidaridad y el colaboracionismo y para conseguir un mundo más sostenible, democrático, justo, solidario y pacífico», según su manifiesto.
En la misma línea, denuncian «un desprecio total» a los estudios que demuestran las propiedades terapéuticas del cannabis, alegando falta de evidencias científicas y a los que arrojan cifras de beneficios para la sociedad, en escenarios de regulación, en forma de puestos de trabajo, recaudación de impuestos y generación de actividad económica.
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