Perfil
Patxi López resurge de sus cenizas y vuelve a la primera línea
Cambios en el PSOE
El exlendakari aparca disputas con Sánchez para convertirse en el nuevo portavoz en el Congreso de los Diputados
Sustituye a Héctor Gómez y Pilar Alegría será la nueva portavoz de la Ejecutiva
Patxi López, en el Congreso de los Diputados
La mitología nos ha enseñado que el Ave Fénix siempre resurge de sus cenizas. En el universo socialista, ese papel bien lo podría encarnar Patxi López. Son ya varias las veces que ha dado un paso a un lado para pasar posiciones ... políticas más discretas; movimientos que no han sido más que un impulso para regresar a la primera línea. Este jueves lo ha vuelto a hacer. A partir de ahora será el nuevo portavoz socialista en el Congreso.
Asumir el cargo supone sellar en cierto modo la paz con Pedro Sánchez después de la disputa pública que protagonizaron en 2017 cuando compitieron en las primarias para hacerse con la dirección del PSOE. «Vamos a ver, Pedro ¿sabes lo que es una nación», le espetó a Sánchez. «Por supuesto» respondió entonces Sánchez.
No es, sin embargo, la primera vez que Sánchez recurre a López desde que es secretario general de los socialistas. Confió en él para presidir el Congreso en 2016, aunque su mandato apenas duró seis meses porque la falta de acuerdo abocó la legislatura al fracaso. Ya en el año 2020, el presidente del Gobierno volvió a recurrir a su experiencia para presidir la 'Comisión de Reconstrucción', cuya misión era tejer la recuperación económica tras la caída abrupta que supuso el gran confinamiento.
Socialista de cuna
López mamó la política desde bien pequeño. Su padre era Eduardo 'lalo' López, un histórico del socialismo vasco. Patxi se crió con sus abuelos, porque su padre se tuvo que trasladar a trabajar a La Naval de Almería y su madre, a Cáceres. Aunque a su regreso, ese piso de la calle Coscojales de Portugalete se convirtió en centro neurálgico de las clandestinas reuniones del socialismo. Por allí pasaron, cuando López todavía era muy pequeño, históricos de la talla de Felipe González, Joaquín Almunia, Nicolás Redondo (padre) o Txiki Benegas. Aunque ahora López vive en Bilbao, es habitual verle pasear de nuevo por esa calle del casco viejo portugalujo que le trae tantos recuerdos.
En esos años de juventud, López también fue muy próximo a la cultura vasca, que estaba viviendo una edad dorada tras el fin del franquismo. Pocos lo saben pero el ahora portavoz socialista en el Congreso bailó durante varios años en un grupo de bailes vascos. No pudo, sin embargo con el euskera, que siempre, incluso cuando era lendakari, ha sido su asignatura pendiente. También se le atragantaron sus estudios de ingeniería. Se matriculó en Ingeniería Industrial pero nunca terminó la carrera.
Se afilió al PSE nada más cumplir la mayoría de edad y en 1985 se convirtió en el primer secretario general de las Juventudes de Euskadi. Fue el primer paso de su carrera en el partido. En las elecciones de 1987 fue diputado en el Congreso, y 10 años después, en 1997, pasó a dirigir a los socialistas de Vizcaya. Fue el último peldaño antes de hacerse con las riendas del partido, algo que ocurrirá en el congreso que celebró el PSE en el año 2002.
Patxi lendakari
Siete años más tarde logró para el socialismo vasco un hito inimaginable: consiguió desbancar a un nacionalismo que parecía invencible y se convirtió en el primer lendakari socialista. Lo hizo logrando lo inimaginable, un pacto de legislatura con el PP vasco. Se mantuvo en el cargo hasta el año 2012 y hoy por hoy sigue siendo el único presidente autonómico no nacionalista que ha tenido el País Vasco.
Fue además una figura central en la lucha contra ETA y eso le sirvió para consolidar su imagen en el resto de España. Consiguió proclamarse lendakari junto al árbol de Guernica en una época aún convulsa. Vivió desde Ajuria Enea los últimos coletazos sangrientos de la banda y también recibió en la residencia oficial de los presidentes vascos la noticia de que ponía fin a la violencia.
Debate estado de la nación
López y Sánchez protagonizaron un fuerte abrazo en el Congreso el pasado 13 de julio
Desde este jueves asume su enésimo reto, en un momento en el que el socialismo necesita un revulsivo que le permita recuperar votos. Es un socialista histórico tan apreciado por las bases como por los perfiles más tradicionales del PSOE. También es sabido que mantiene una buena relación con Óscar López, actual jefe de gabinete de Pedro Sánchez. Además, muchos en el partido creen que su experiencia política en el País Vasco servirá para ir con más tiento en las negociaciones con Bildu y evitar que se repitan errores como el de la Ley de Memoria Democrática.
Hoy cobra sentido aquel efusivo abrazo que se dieron Patxi López y Pedro Sánchez durante el debate del estado de la nación mientras desde la bancada popular resucitaban el fantasma de ETA. Puede que en aquel momento los dos protagonistas ya supieran el secreto que se ha revelado hoy. En un mensaje de Twitter López ha agradecido al presidente su confianza para ocupar un cargo que asume como «un honor y un reto». «Desde el diálogo trabajaré para alcanzar acuerdos que protejan a la clase media y trabajadora de este país», ha prometido antes de asumir la que probablemente sea su última misión en el PSOE. O no. Porque con Patxi López nunca se sabe.
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