Mikel Buesa: «Excarcelar al asesino de mi hermano es un mensaje a Bildu de que todos los etarras saldrán»

—¿Cómo recibió la noticia del tercer grado de Luis Mariñelarena?

La leí por Twitter.

—El Departamento de Justicia vasco no confirma si se han dado las condiciones de arrepentimiento, pero sí trasladan que se había informado a las familias de las víctimas.

En mi caso y en el de mi hermano Jon, es radicalmente falso. Los Buesa Blanco no hemos recibido comunicación. Las familias no son sólo los hijos de mi hermano, somos también sus hermanos, primos y sobrinos.

—¿Es un desliz?

No, es una acción deliberada. Y respecto a la exigencia de arrepentimiento, significa que se ha colaborado con la Justicia para aclarar otros crímenes terroristas. Esto no ha existido en el caso de este individuo. Que no empiecen a inventarse cosas para justificar una acción política que es muy sencilla. Al liberar a Mariñelarena la consejera está dando un mensaje político a Sortu y a Bildu con el cual señala que todo lo que dijeron los socialistas en el pasado sobre que no aceptarían poner en libertad los presos de ETA es papel mojado. Era cuestión de escoger al individuo adecuado para lanzar el mensaje de que a partir de ahora todos podrán salir a la calle si continúa el apoyo en el Congreso de los Diputados.

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—La consejera de Justicia, María Jesús San José, había insistido en que no iba a hacer distinciones entre presos.

Puede decir misa. Entre los presos que quedan algunos saldrán pronto por cumplimiento, pero los que han cometido crímenes les quedan de ocho a veinte años. Lo que le está diciendo a la izquierda aberzale es que ya no hay restricciones y que todos irán saliendo mientras se mantenga la buena colaboración y la amistad.

—¿Qué le parece el argumento de que la decisión de otorgar el tercer grado no depende del Gobierno vasco, sino del juez?

El tercer grado lo concede la Administración Penitenciaria, que en este caso es la Consejería de Justicia. El hecho cierto es que la competencia la tiene la consejera que, seguramente, está autorizada por la dirección del partido en el País Vasco y tal vez desde la calle Ferraz. Otra cosa muy distinta es que ese acto administrativo pueda ser recurrido ante el Juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional y pueda ser recurrido por el Fiscal de la Audiencia Nacional si se lo permite el Fiscal General del Estado. No confundamos la concesión del tercer grado con el hecho de que ese acto político y administrativo pueda ser recurrido o no por un agente del Gobierno como es el Fiscal General del Estado. No puede actuar sin un acto previo.

—¿Qué le parece la propuesta del Gobierno vasco de empezar a sancionar la exhibición de simbología etarra?

Eso no se anuncia, se hace. Lo demás es verborrea de política de baja estofa.

—¿Ya no penaliza al PSOE pactar con los «herederos de ETA»?

—No. La gente que consideramos que las leyes hay que cumplirlas y que los condenados por crímenes terroristas tienen que cumplir íntegramente sus penas, que es lo que dice la ley, hemos abandonado cualquier idea de que al PSOE se le pueda apoyar en algo. Ellos tienen a su clientela convencida de que es bueno soltar a los etarras porque así nos reconciliamos. Que haya injusticias les importa un rábano, sólo les importa mantenerse en el poder.

—No hay nada sobre el papel de lo que se ha llamado «pacto encapuchado» entre Sánchez y Bildu. ¿Eso cuestiona su existencia o lo hace más sospechoso?

Que no tengamos el papel no quiere decir que no exista. El propio Otegi dice con total claridad que tiene un contubernio con los socialistas. Además, los hechos van en la dirección de confirmar su existencia.

—Usted dice que no perdonará nunca a la consejera la excarcelación de Mariñelarena, pero sólo se insiste en olvidar el pasado, pasar página...

Lamentablemente así es la política. No hay ningún freno moral a cometer este tipo de actos deleznables. Les importa un rábano poner un asesino en la calle. Este cometió uno, no tardaron en engancharlo, pero el otro (en referencia a Harriet Iragui, que también ha accedido al tercer grado recientemente) es un asesino múltiple. Pues también lo sueltan.

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—¿Trae Sánchez esta alianza con la izquierda aberzale?

El inicio es 2006, cuando, una vez se ilegaliza Batasuna, Patxi López y Rodolfo Ares se reúnen con Otegi en San Sebastián para que pudiera soltar su discurso. Consideraron que dentro de las negociaciones del Gobierno de Zapatero con ETA había que buscar una salida política para todo el entorno de la banda terrorista. La excarcelación de Mariñelarena no es un alarde de originalidad de la consejera de Justicia, es un proceso que se ha ido gestando lentamente.

—PNV y EH Bildu parecen de acuerdo en incluir el «derecho a decidir» en la reforma del Estatuto de Guernica. ¿Es la autodeterminación el final de ese proceso?

Llevan desde Ibarretxe con esto. Se verá si logran sacarlo en el Parlamento vasco y luego en el Congreso de los Diputados. Ahí las cosas no están tan claras, pero la propaganda da de sí y hay que satisfacer las ansias independentistas de las bases radicales, que son cuatro 'pelaos' en el País Vasco. Como todos sabemos.