El acoso de la izquierda aberzale pone en jaque la acción de la Policía en las 'txosnas'
Controla las zonas festivas donde cunde una actitud hostil hacia la Ertzaintza y la propaganda a favor de los presos de ETA
Los sindicatos vascos llevan al Parlamento su propuesta para que la región tenga SMI propio
Bilbao
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Iniciar sesiónLa caseta, como punto de reunión, es un elemento básico en cualquier fiesta popular en España. También en el País Vasco, donde estos espacios añaden a sus habituales funciones (la música y el servir alcohol, principalmente) la de ser altavoces de la propaganda política. ... Una que en el caso de la izquierda aberzale, dominadora de la mayor parte de los recintos festivos en municipios grandes y pequeños de la región, se dirige en muchas ocasiones contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, sobre los que impone una especie de veto y que vienen recibiendo agresiones en los últimos tiempos a la hora de intervenir en dichas zonas.
Un ejemplo del control que tiene la izquierda aberzale del espacio público es la Semana Grande de Bilbao, que termina este domingo y durante una semana divide literalmente la ciudad en dos espacios separados por la ría, a su paso por el Paseo del Arenal. Diseminados en la margen izquierda, se ubican los grupos que no forman parte de Bilboko Kontparsak, la asociación «dinamizadora» de Aste Nagusia (Semana Grande). Aquí, es el propio ayuntamiento quien gestiona el espacio, accediendo a él las asociaciones que quieran ocuparlo mediante una licitación de dos años.
Monta su carpa en este lado del Nervión, por ejemplo, la comparsa del PNV, Gogorregi, donde esta semana se ha podido ver sirviendo copas al presidente del partido, Aitor Esteban, o al alcalde, Jose Mari Aburto, que reclamaba «respeto» a la Ertzaintza y la Policía local justo antes del inicio de la festividad. También, aunque alejada casi medio kilómetro de la zona festiva, está Kaioa, la del Partido Popular. «Que se acostumbren a que estamos aquí», «sólo vamos a dar pasos hacia adelante», comentaban durante la semana varios diputados autonómicos. Fue en 2024 cuando el partido recuperó la iniciativa después de 26 años sin presencia en la calle ante la persecución a la que sometía ETA tanto a sus miembros como a sus sedes.
En la margen derecha de la ría, cruzando el puente del ayuntamiento o del Arenal, el escenario cambia completamente. Alrededor del teatro Arriaga, el centro neurálgico de Aste Nagusia, es donde se distribuyen las 27 comparsas que conforman Bilboko Kontparsak . Sólo ellas participan en la elección de la 'txupinera', la persona encargada de encender el cohete desde este edificio y figura representativa de Aste Nagusia junto al pregonero. Este año, por sorteo, la elección recayó en Olatz Agirre, miembro de Txori Barrote, que decora su 'txosna' con una retahíla de nombres de etarras encarcelados.
El resto, con decenas de metros de altura y de barra, lucen mensajes variados en contra de los medios de comunicación, la Ertzaintza, la Policía Nacional, la Guardia Civil, España, Israel o Francia. También reclamando la «amnistía» y con la simbología de Sare y Etxerat, asociaciones afines a EH Bildu, que monopolizan las manifestaciones de apoyo a los miembros de la extinta banda terrorista. Un paisaje que se repite en distintos municipios del País Vasco, como Vitoria, donde el ayuntamiento dijo que los retiraba, pero que volvían a aparecer. Preguntados por esta misma cuestión, desde el de Bilbao trasladan que este año «no han surgido problemas relacionados con el tema» y que su posicionamiento es a favor de «todas las víctimas» y de «censurar aquellas actividades» que las puedan «revictimizar».
De vuelta dentro del recinto, empieza a sonar una bocina como si fuera una alarma nuclear. Y las casetas, que este año todavía no tienen que usar obligatoriamente TicketBai (sistema de facturación y control fiscal creado por las diputaciones forales), dejan de servir. Se ha activado el «protocolo» contra las agresiones sexistas y un mensaje grabado en euskera, inglés, árabe y castellano empieza a resonar por la megafonía: «Desde Bilboko Kontparsak queremos espacios seguros. No seas cómplice y responde». En un comunicado hecho público el jueves de esta semana, recordaban su «ofrecimiento» de «acoger y acompañar» a las personas acompañadas y agredidas: «Sólo deben acercarse a la 'txosna' y solicitar ayuda». Y añadían un dardo hacia la Policía local: «Queremos denunciar que ayer los agentes municipales estuvieron requisando cosas a los vendedores ambulantes».
La presencia de policías uniformados en esta zona es mínima durante la semana, pero aún así la polémica entorno a los 'manteros' ha vuelto a estar presente. El lunes y martes, agentes de la Policía local desmantelaban un campamento instalado cerca del ayuntamiento. «Bilbao no puede ser una ciudad sin ley», afirmaba Aburto, en respuesta a las comparsas, que habían tachado de «desproporcionada» la actuación policial. Un señalamiento directo que, tal y como ha informado 'El Correo', se ha visto acompañado durante la semana de varias agresiones a agentes que acudían al recinto de paisano, de donde se les habría tratado de expulsar. Un fenómeno que no es exclusivo de este verano en las 'txosnas' de Bilbao y que también se ha dado recientemente en otras fiestas como las de Beasáin, Algorta u Ondárroa.
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