Tudela registra 31 positivos por coronavirus tras la celebración de una boda

La consejera de Salud ha dado a conocer estos datos en declaraciones a los medios de comunicación en el Hospital Reina Sofía de Tudela, al término de una reunión con el equipo sanitario del centro. La cifra de casos podría aumentar en las próximas horas puesto que estaba previsto que durante todo el día de hoy se siguieran haciendo pruebas de detección.

Induráin, que ha destacado que tienen «una sospecha muy fuerte» sobre quién es el «paciente cero» del brote, ha indicado que los novios de la boda están localizados y también se les han hecho pruebas. Además, existe un protocolo de actuación para todos los asistentes a la boda que, hayan dado positivo o negativo en el test, se les mantiene en aislamiento . Se trata en total de unas cien personas, ha dicho la consejera, quien ha apuntado que de momento el Gobierno de Navarra no se plantea tomar medidas más allá de la detección de contactos estrechos, aunque ha incidido en que «esta es una situación dinámica, evaluable, y no se descarta que igual puede haber otra serie de medidas de este tipo».

A pesar de que las cifras preocupan, la consejera de Salud de Navarra ha hecho un llamamiento a la calma. «Afortunadamente, esto no tiene nada que ver con lo de marzo . Aunque eso no quiere decir que eso nos tenga que relajar, o que tengamos que estar más tranquilos en la toma de una serie de medidas que son las que se han demostrado efectivas».—ƒ•ž

Además del foco tras la celebración del enlace, los esfuerzos se centran en contener el contagio en el centro de personas de discapacidad y en blindar las residencias de mayores. El brote, que parece no tener relación con el de la boda, cuenta por el momento con un único caso positivo aunque se están realizando pruebas PCR tanto a residentes como a trabajadores del centro.

Las residencias de mayores y los centros sociosanitarios también están bajo estricta vigilancia . Según ha explicado la consejera de Salud este tipo de centros se han «blindado» en Tudela desde que las autoridades sanitarias han detectado el brote. No están permitidas las salidas de los usuarios y tampoco las visitas, que se han restringido.

La decisión de cerrar las tres residencias de mayores de la ciudad se ha tomado por «seguridad», según ha explicado el alcalde de la localidad navarra. « Tenemos que proteger a los mayores porque son la gente más vulnerable », ha dicho a la prensa Alejandro Toquero. «Adelantarnos es vital», ha sentenciado.

El alcalde, que ha señalado que la localidad está trabajando de forma estrecha con el gobierno regional para analizar el brote y tomar las medidas necesarias, espera que los positivos de Tudela crezcan y por eso ha pedido prudencia y responsabilidad a todos los ciudadanos. «Pondremos todos los recursos necesarios para frenar cuanto antes este rebrote, pero también necesitamos de la responsabilidad de los ciudadanos, que no se relajen y no olviden cómo estábamos confinados hace dos meses», ha instado Toquero, que también ha incidido en la importancia del uso de la mascarilla.

El rebrote ha pillado por sorpresa a los hosteleros y comerciantes de la capital ribera, que ahora se enfrentan con «miedo» e «incertidumbre» a las consecuencias que pueda acarrear en sus negocios esta nueva ola de contagios en una semana pérdida que habitualmente es temporada de festejos que este año no se han podido celebrar.

Según han informado desde la Asociación de Comerciantes del Casco Antiguo de Tudela, el aumento de positivos ha metido «el miedo en el cuerpo» a los vecinos de la ciudad y de los pueblos colindantes, que han preferido «no salir de casa» y, por tanto, no ir a comprar, algo que, después de tres meses de cierre por el confinamiento, puede provocar un «destroce económico» irreversible en la zona.

La abogada y la gestora de la «Asociación Tudela Ciudad Comercial», Isabel Clemente, admite que «no ha parado de trabajar» durante el confinamiento para salvar la situación de muchos negocios que ya acarreaban consigo «unos años malos» y asegura que algunos no soportarían un nuevo confinamiento.

Una opinión que comparte Ladislao Aranda, que, junto a sus hermanos, regenta dos zapaterías en el centro de la ciudad, y que cifra en más de un 25 % los comercios que «no aguantaría si tuviera que volver a cerrar», aunque se muestra optimista por el hecho de que, si ocurriese, les «pillaría más preparados» para afrontar la situación.