Navantia mira a la exportación del S-80 con la integración del AIP en el tercero de los submarinos

Pese a los problemas que arrastra este programa de submarinos debido a su sobrecoste y los continuos retrasos en las fechas de entrega, Navantia espera que este hito suponga un antes y un después y permita alzar al S-80 a la máxima categoría de sumergibles disponibles en el mercado, lejos de los submarinos nucleares pero único en su segmento.

No en vano, la finalización del embarque de los equipos del sistema AIP ha sido celebrada con un acto en el astillero cartagenero al que ha asistido el director general de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa, Almirante Aniceto Rosique Nieto, y numerosos directivos de la compañía pública.

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Pero quizá los invitados más importantes eran el embajador de India, varios periodistas indios y también profesionales de medios de comunicación de Polonia; dos de los países en los que Navantia trabaja con la esperanza de poder vender submarinos de la clase S-80. También Canadá ha abierto un programa de compra de sumergibles al que aspira la compañía española.

Para estas esperanzas de exportación el sistema AIP es determinante, ya que es el que distingue a los submarinos S-80 de otros disponibles en el mercado internacional. Se trata de un sistema que proporciona a los sumergibles la capacidad de permanecer largos periodos de tiempo en inmersión, frente a los pocos días que pueden hacerlo los submarinos convencionales diésel-eléctricos.

Este desarrollo es de diseño español y ha supuesto un reto de primer nivel para la industria nacional. El Sistema AIP -bautizado comercialmente por Navantia como BEST (Bio-Ethanol Stealth Technology)- es una planta de producción de energía innovadora que permite recargar las baterías del submarino mientras este se encuentra en inmersión, evitando realizar maniobras de snorkel periódicas para su recarga donde el buque es detectable y más vulnerable.

Esta planta se basa en un proceso de reformado de bioetanol -un combustible renovable obtenido a partir de materias primas de origen vegetal- para producir una corriente rica en hidrógeno con la que se alimenta, junto con oxígeno puro, una pila de combustible para producir electricidad de manera discreta.

A diferencia de los equipos ya operativos en otras Marinas, el AIP de Navantia es un sistema de tercera generación puesto que no requiere portar hidrógeno almacenado a bordo, sino que el propio sistema lo genera cuando es requerido, lo que supone una ventaja táctica y de seguridad, incrementando la autonomía estratégica y la capacidad de disuasión.

El sistema ha sido integrado en el S-83 Cosme García y llegará también al S-84, ya en fabricación. Los dos primeros submarinos, el S-81 y el S-82, tendrán que esperar para que les sea incorporado en su primera gran carena (la revisión completa a la que se someten los sumergibles cada ocho o diez años aproximadamente).

El S-81 Isaac Peral fue entregado a la Armada en noviembre del pasado año, mientras que el resto de unidades están en diferentes procesos de fabricación en el astillero de Cartagena, aunque el Ministerio de Defensa anunció hace poco retrasos en el calendario inicialmente previsto de entregas. Infodefensa.com informó de las nuevas fechas previstas: el S-82 no será entregado a la Armada hasta otoño de 2026, el S-83 a finales de 2028 y el S-84 a principios de 2030.