El tándem Feijóo-Ayuso afronta su primer examen

Tras la crisis interna del año pasado, no hay fisuras en el PP y ya no hay nadie que discuta el liderazgo de Ayuso. Se estrena como presidenta regional del partido y ha dirigido la confección de las candidaturas autonómica y locales sin injerencias de Génova. «Ha sido un paseo militar», comentan fuentes populares. Es su apuesta y por tanto se examina también con los resultados en los 179 municipios de la región. El PP gobierna ahora en 89.

Una de las incógnitas que hay a pocas semanas de las elecciones es si el 'efecto Ayuso' mantiene la misma fuerza que el 4M de 2021, o ha perdido fuelle por el desgaste del poder. Los datos de fidelidad de voto, sin embargo, respaldan la idea de que el 'efecto' se mantiene. Las protestas por la sanidad pública han hecho mella, pero las encuestas sitúan a Ayuso en torno al 48 por ciento de estimación de voto. Según los cálculos de Sol, con un 47,6 consiguen la absoluta. En el PP sostienen, además, que en 2021 se trataba de «conquistar» y ahora se limitan a «consolidar», por lo que es previsible menos riesgo y una campaña más conservadora.

La mayoría de las encuestas sitúan a José Luis Martínez-Almeida al borde de la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Madrid. Almeida, con altibajos demoscópicos a lo largo de la legislatura, llega a la recta final sin adversarios que le hagan sombra. En el plano interno, el alcalde ha renunciado a disputar el liderazgo político con Ayuso y ha reconocido la autoridad total de la presidenta, por ejemplo para la elaboración de la candidatura municipal.

En 2021 solo hubo elecciones autonómicas, adelantadas en Madrid, pero no municipales, y Ayuso rozó la mayoría absoluta. El próximo 28 de mayo habrá dos urnas, una para las autonómicas y otra para las municipales, en las que los nombres de los alcaldes se votan más que las siglas de los partidos en muchos casos. Si el PSOE mantiene la fuerza municipal que obtuvo en 2019, podría arrastrar una parte del voto autonómico.

Los socialistas estrenan candidato esta vez: Juan Lobato, secretario general del PSOE madrileño y una apuesta, según reconocen ellos mismos, a medio plazo. Su doble reto para el 28M va, sobre todo, de consolidar el partido como fuerza municipalista en los grandes núcleos urbanos madrileños, muchos de los cuales gobierna en la actualidad; y de recuperar su lugar como segunda fuerza política en la Asamblea de Madrid, después de que se la arrebatase en 2021, por un puñado de votos, Más Madrid.

Los socialistas cuentan con el tirón electoral que les da presidir el Gobierno de la nación, y con el apoyo inequívoco de las ministras y ministros socialistas en la campaña. Incluso la candidata municipal del PSOE, Reyes Maroto, se sentaba hace sólo unos meses en el Consejo de Ministros de Pedro Sánchez. Tras la catastrófica campaña que hicieron el 4M, en que las injerencias monclovitas consiguieron desdibujar al candidato Ángel Gabilondo, todo apunta a que esta vez sus resultados mejorarán.

Tras la espantada de Íñigo Errejón a los pocos meses de los comicios del 2019, cuando sus resultados en tándem con Manuela Carmena no fueron tan buenos como esperaba y se marchó en busca de mejor destino en el Congreso de los Diputados, Más Madrid quedó en manos de Mónica García. Que demostró capacidad e hizo un trabajo sobresaliente. Tanto, que el 4M logró el 'sorpasso' al PSOE que la convirtió en líder de la oposición madrileña.

En esa línea, dura en las formas e incansable en el fondo, ha continuado durante estos dos años, y ha conseguido acaparar todo el protagonismo entre la izquierda parlamentaria madrileña. Ha estado a la cabeza de la reivindicación de la mejora sanitaria, por su doble condición de jefa de la oposición y médica. Sabe que el 28M se la juega en su pugna con Lobato; los expertos en demoscopia aseguran que hay un gran porcentaje de voto muy volátil que oscila entre ambas formaciones políticas, Más Madrid y PSOE.

Podemos está en el límite exigido para tener representación en la Asamblea de Madrid, fijado en el 5 por ciento. Según la última encuesta de GAD3 para ABC, estaría en el 5,1 por ciento, lo que le daría automáticamente siete escaños. A poco que retroceda, se quedaría fuera y sus diputados actuales se repartirían en partes iguales entre derecha e izquierda. Si Unidas Podemos no entra en la Asamblea, el PP lograría mayoría absoluta prácticamente sin ganar más votos. En el Ayuntamiento madrileño, las encuestas aseguran que la candidatura de Podemos no llegaría al 5 por ciento.

Ciudadanos, que gobernó en coalición con Ayuso en 2019, desapareció del mapa en las elecciones de 2021, al caer al 3,6 por ciento de votos en las autonómicas y quedarse con el marcador de escaños en blanco. Las encuestas indican que caerá aún más, con un voto absorbido casi por completo por el Partido Popular. En el Ayuntamiento de Madrid, el desastre es parecido: de gobernar en coalición con el PP y tener la vicealcaldía, con Begoña Villacís al frente, pasaría a un simbólico 2,8 por ciento de voto, según GAD3. La crisis interna de Ciudadanos ha terminado de hundir a este partido, a pesar de que Villacís sea la líder municipal mejor valorada después de Almeida.

El partido de Santiago Abascal, Rocío Monasterio (candidata en la Comunidad de Madrid) y Javier Ortega Smith (candidato al Ayuntamiento) esperaba mucho más de las elecciones autonómicas de 2021, pero el 4M se convirtió en un aviso para Vox, con un PP mucho más fuerte. Sus 13 diputados sí que le sirvieron para condicionar en parte la política de Ayuso y para bloquear los Presupuestos.

Pero si las encuestas se cumplen y el PP alcanza la mayoría absoluta, pasarán a la irrelevancia, al no tener capacidad de condicionar ninguna política. Ayuso, además, ha logrado captar una buena parte del votante de derechas que en otros lugares de España sí opta por Vox, y en Madrid prefiere al PP. En el Ayuntamiento, si Almeida suma más que toda la izquierda junta, sus votos serán innecesarios para la elección del alcalde.