Secuestrado y torturado horas por unos narcos: «Me exigían una deuda de droga y el dinero que gané en la lotería»

Ocurrió el 13 de enero, sobre las 20.45 horas. Una patrulla de la Comisaría Integral del Distrito de Tetuán que circulaba por Bravo Murillo recibió el aviso de un vecino de la zona manifestando que hacía unos 20 minutos había visto cómo al inquilino de una casa baja lo amenazaban con un arma de fuego y lo metían en la pequeña vivienda.

Los agentes acudieron al punto y vieron el interior desde una ventana de la finca, que es una especie de corralaja muy vieja. Agudizaron el oído y escucharon murmullos amenazantes dentro. Llamaron a la puerta y un hombre visiblemente nervioso, aterrorizado, abrió el ventanuco de la puerta. Tenía signos evidentes de haber sufrido una agresión, detallan a ABC fuentes policiales. Los funcionarios le preguntaron si se encontraba bien y si estaba solo, a lo que respondió afirmativamente. Pidieron que abriera.

Se llama C., es español y tiene 31 años. Tenía muchas manchas de sangre en el pantalón y había un charco de lo mismo en el suelo. El pómulo derecho lo tenía muy hinchado, los labios también con sangre reseca y había bridas tiradas. En un sofá, estaba un varón y frente a la puerta de la entrada, en el altillo de una estantería, una pistola. Ante semejante panorama, los agentes se pusieron alerta y sacaron sus armas reglamentarias. Comprobaron que había un tercer hombre escondido.

El agredido era el morador de la vivienda. Seguía muy nervioso y, con actitud muy nerviosa y huidiza, se acercó a los policías y les dijo en un susurro: «Me tienen secuestrado y me quieren matar, ayudadme».

Un poco apartado, les añadió: «Llevo retenido desde la una de la tarde por estos dos sujetos y otro más que ya no está». Les facilitó la descripción física, nombre de pila y el perfil de Instagram del que se había marchado. Y les explicó: «Yo estaba en la calle con un amigo mío y nos han asaltado estos. Nos han metido en la casa a punta de pistola, me han golpeado en la cara, reclamándonos una deuda de droga de hace unos años con unos narcotraficantes de un clan del barrio de Lacoma. El asunto es que se han enterado de que a mí y a mi amigo nos han tocado 32.800 euros a cada uno en la lotería, y han venido a exigirnos la deuda«.

Una mafia en toda regla, pues habían dado con la víctima, ya que antes habían secuestrado a otro amigo suyo y a su familia para conseguir la dirección de su casa. Le habían torturado con golpes, le amenazaron, le denigraron y le mantuvieron encapuchado las casi ocho horas de la retención. Incluso le habían dado con la culata de la pistola. Para colmo, la novia de C. se había presentado allí y había sido testigo de parte de las agresiones, pero la dejaron que se fuera al trabajo si ni se le ocurría ir a la Policía; de lo contrario, harían daño a sus padres.

En cambio, los sospechosos dijeron: «Hemos venido aquí a pasar la tarde juntos. Somos amigos y esta casa es un fumadero», en referencia al trapicheo de drogas (de hecho, allí había cantidades de cocaína para el consumo propio). Ambos fueron detenidos en el momento. Son españoles de 53 y 45 años, vecinos de Herrera Oria y Alcobendas. Durante su cacheo, les hallaron 400 euros en efectivo a uno y 375 al otro.

Los policías municipales localizaron a la novia de C., que acudió voluntariamente a comisaría. Corroboró lo dicho por su pareja: «Es cierto que he ido a la casa y me he encontrado a cuatro personas y a C. Él estaba de rodillas y bajo una manta. Uno de los secuestradores llevaba un cuchillo y el otro una pistola. Me he querido marchar pero antes me han hecho una foto del DNI y me han amenazado con dañar a mi familia». El herido fue trasladado a La Paz por el Samur.

En cuanto al amigo, añadió: «Los secuestradores me han llevado al Caixabank de Capitán Blanco Argibay, obligándome a sacar 1.200 euros con la tarjeta de C. Al regresar al piso, me han hecho una transferencia desde la cuenta de mi amigo, de 24.800 euros, con la condición de sacar el dinero el lunes para dárselo a los secuestradores».