El Rayo se queda en Vallecas: la Comunidad de Madrid proyecta una reforma integral para su estadio

El inicio de los trabajos en el estadio confirman de hecho que el Rayo se queda en Vallecas y dejan en el olvido, al menos para la Comunidad y el propio club, las palabras de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, quien, a principios de año, aseguró en una entrevista en 'As' que veía «insostenible» que el estadio del Rayo siguiera en Vallecas, por el crecimiento y el fortalecimiento de la institución. «Estamos hablando con el club para buscar una nueva ubicación», declaró la presidenta.

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Pero esas conversaciones que adelantó Ayuso han tomado otros derroteros. La Comunidad, en contacto permanente con el club y la Liga, ha diseñado ya un proyecto de mejora integral para el estadio, con el objetivo de que el Rayo pueda seguir en su barrio de toda la vida mientras quiera, y lo haga «en las mejores condiciones». «El Rayo es un icono deportivo, social y cultural», corroboró el consejero. La Consejería ha coordinado las actuaciones con el presidente del club y el de LaLiga de fútbol, Javier Tebas, e informará también de los detalles de esta operación a las peñas del equipo la próxima semana.

Las obras que se acometerán el año que viene serán solo un paso previo a la reforma completa de este campo de fútbol. En estas primeras actuaciones se trabajará en la eliminación de la oxidación de armaduras en pilares, en los muros, en la reparación de fachadas, en las escaleras de las gradas y en los aseos, entre otros trabajos para hacer una puesta a punto preliminar. El club, por su parte, trabajará el año que viene en la mejora de los vestuarios, el palco de honor y servicios colaterales.

El área de Cultura de la Comunidad de Madrid ya había invertido en trabajos en el campo 3,8 millones de euros en los últimos años. Pero en esta ocasión lo que se haga en el estadio no será simplemente un parche, porque, según aseguran en la Consejería, los trabajos de 2025 serán solo el aperitivo de la reforma integral que llegará justo después.

La idea inicial es que durante las obras el Rayo Vallecano siga disputando los partidos oficiales en su estadio, sin necesidad de mudarse de manera provisional a otro campo de fútbol. Respecto a los plazos que maneja la Comunidad, el objetivo es que la reforma completa culmine en esta legislatura, que expira en mayo de 2027. «Habrá un campo a la altura de este club, de Vallecas y de todos los aficionados del Rayo», asegura el consejero, quien hace frente así a las críticas que se le dirigían desde la oposición madrileña por «dejar morir al estadio».

La Comunidad de Madrid quiere poner las cosas fáciles al club de fútbol, que en 2024 ha celebrado su centenario, para que no se vaya de su ubicación actual, pero sabe que la decisión final no corresponde a la administración autonómica. «Lo que sí depende de la Comunidad, como titular del estadio, es que esté en las condiciones necesarias para un club como el Rayo». A partir de ahí, será el club de fútbol el que determine su futuro: «No podemos entrar en las decisiones del club», advierten desde la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, donde subrayan la colaboración público-privada en todos los trabajos de mejora.

La situación del estadio del Rayo dejaba mucho que desear, como se comprobó en las inspecciones realizadas en octubre y noviembre de 2023, que finalizaron con una Inspección Técnica de Edificaciones (ITE) desfavorable. En el informe municipal se advirtió de la existencia de deficiencias de conservación, que podían afectar a la seguridad estructural del edificio. En el informe se señalaron varios defectos, como fisuras, grietas o desprendimiento de material en los elementos de hormigón. En materia de seguridad se subrayaron dos cuestiones relacionadas con los incendios: «Mobiliario bloqueando la salida de emergencia de la zona de federaciones e indicaciones incompletas o confusas sobre dichas salidas». La administración autonómica tomó buena nota de las advertencias del ayuntamiento.

En junio de 2019, con Pedro Rollán como presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, el Gobierno regional llegó a un acuerdo con el Rayo para actualizar el convenio de cesión del estadio, que estaba vigente desde 1989, por el que el club debía abonar una tasa anual de casi 82.000 euros por el uso de las instalaciones. La cifra debía actualizarse cada cinco años. Este acuerdo, que asumía una iniciativa aprobada en la Asamblea de Madrid por todos los grupos parlamentarios, preveía un periodo de vigencia de veinte años, y podía ser objeto de una única prórroga durante un periodo de diez años.