La Policía investiga una ejecución 'a la carta' en la agresión a Alejo Vidal-Quadras en Madrid

El expolítico caminaba solo por una vía que es bastante concurrida, la de Núñez de Balboa, puesto que pese a que algunos comercios permanecían cerrados por ser festivo local en Madrid, sí que hay bastantes terrazas. Algunos clientes indicaron que escucharon un ruido, «como si fuese de una obra».

El conserje de un edificio cercano sí que oyó «un solo tiro»: «Vi a un hombre joven y delgado se alejaba corriendo, mientras que Vidal-Quadras permanecía de pie en todo momento, sangrando por la cara, hasta que entró en la ambulancia acompañado del Samur«.

Fuentes del caso precisan que la víctima fue abordada de frente, a bocajarro (a aproximadamente un metro y medio), por un varón que vestía un abrigo azul y un pantalón vaquero. Sin mediar palabra, le apuntó con una pistola y le descerrajó un disparo dirigido a la cabeza, directamente a matar. Vidal-Quadras tuvo el instinto de girar la cara y el proyectil le entró por un lado de la mandíbula y le salió por la otra mejilla, con orificio de entrada y salida; de hecho, permaneció consciente y estable en todo momento.

El pistolero, que iba tapado con un casco, salió corriendo y se subió a una motocicleta Yamaha TMX de color negro, donde le esperaba su compinche, que arrancó y se dieron a la fuga rápidamente. El que había disparado viajaba de paquete, en la parte posterior del vehículo. Horas después, una moto similar fue hallada carbonizada en el municipio de Fuenlabrada, a unos 20 kilómetros de Madrid, en un polígono industrial cercano a la A-42 (carretera de Toledo). Se están rastreando las motos robadas poco antes y, además, esto apuntaría a que pueden contar con al menos una tercera persona y otro vehículo que les diera cobertura para salir de Madrid.

La Policía Científica se encontraba analizándola ayer para aclarar si se trata de la utilizada por los sicarios. También había un lapiz de memoria o 'pendrive' cerca de la moto, aunque no se sabe si estaba ahí de casualidad o tiene algo que ver en el asunto. Las fuentes consultadas apuntan a que el 'modus operandi' «es típicamente colombiano». Todo apunta a una ejecución a la carta, bien para saldar algún tipo de deuda personal; o bien (y esta es la otra gran línea de investigación, en la que participan el Grupo V de Homicidos de Madrid y la Brigada de Información) en represalia por el apoyo de Vidal-Quadras a la disidencia del régimen iraní.

En 2019, también señaló a Abascal por financiar el nacimiento de Vox con dinero procedente de los exiliados de allí. El país de los ayatolás le había calificado de «terrorista» y había solicitado sanciones contra él, además de contra otros rostros conocidos de la política y los medios de comunicación españoles. Así lo trasladó el mismo en el hospital.

En este sentido, nuestros informantes no tienen constancia, por el momento, de si había recibido amenazas previas, un extremo que se está investigando. Eso sí, insisten en que «se examinan todas las hipótesis», aunque la del atraco (por esa zona actúan las llamadas bandas del Rolex, que asaltan en moto para robar estos relojes caros a transeúntes) está prácticamente desechada.

Los investigadores tienen claro, de cualquier modo, que este sicariato tenía el plan «perfectamente organizado, conocía sus rutinas y sus itinerarios». Se están recabando imágenes de las numerosas cámaras de videovigilancia del barrio, donde se ve huir a los motoristas en sentido contrario, por la calle de Hermosilla. Acudieron también funcionarios del Grupo de Delitos Violentos de la Brigada Científica. Buscaban el casquillo percutido, del 9 parabellum.

La esposa y una hija del herido estuvieron por la zona, tras conocer lo ocurrido. El hospital Gregorio Marañón emitió un parte en el que se especificaba que no corría riesgo vital y que iba a ser operado de urgencia por dos fracturas maxilofaciales.