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El ilusionismo como terapia científica

Manuel Oliver trabaja desde niño los beneficios de la magia para tratar la discapacidad y ha obtenido una beca para ampliar sus estudios en Columbia

El mago enseña una de las claves de su oficio BELÉN DÍAZ
Jesús Nieto Jurado

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Hay historias de la historia que merecen ser reseñadas. De superación, de empatía y de persecución de un sueño. Supongamos que hay un crío de seis años, que quiere ser mago, que concentra una multitud en el Retiro y al que, amorosamente, la policía ... le indica que no puede actuar. Ese niño, llevado por la magia encuentra que en el Hospital Niño Jesús puede, unos meses después, desplegar su arte a quien más lo necesita. Hay que pensar en la doble sonrisa, y también en la curación de los enfermos, que es mandato bíblico.

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