Un incendio forestal en Collado Mediano obliga a evacuar a 500 personas y arrasa 72 hectáreas

El fuego se originó, por causas que todavía se investigan, a la altura del kilómetro 8 de la M-601 a primera hora de la tarde, extendiéndose rápidamente por las zonas altas de la ladera y por las dos caras del cerro, con varios focos activos. Hasta el lugar, se desplazaron medios terrestres y aéreos de los Bomberos de la Comunidad de Madrid, así como brigadas forestales para intentar controlarlo y la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM) decretó el nivel 1 (de 3, el más peligroso) del Plan Civil de Emergencias por Incendios Forestales (Infoma).

Al mismo tiempo que los efectivos combatían las llamas, agentes de la Guardia Civil evacuaron a entre 450 y 500 personas de las urbanizaciones de El Reajo y Serranilla de la Paloma. Los 150 vecinos del primer enclave fueron los primeros en recibir el aviso. «Los desalojos fueron voluntarios por la proximidad del fuego y la posibilidad de producirse inhalaciones de humo. Sobre todo, a las personas mayores les recomendamos que abandonasen las viviendas», explicó a ABC una portavoz de la Guardia Civil.

«El Reajo estaba rodeado por el fuego y era, además, un punto de acceso de vehículos de Emergencia, por eso se marcharon todos los residentes. En Serranilla de la Paloma, solo se evacuó en la zona más alta al resto de personas, que estaba más próxima al fuego», continuó la misma fuente, refiriéndose el operativo.

Durante toda la tarde y noche, estuvieron pasando patrullas para tener controlados a los residentes por si necesitaban cualquier tipo de ayuda. Los que decidieron abandonar sus viviendas fueron acogidos en los polideportivos de Collado Mediano y Navacerrada, acondicionados para que pudieran pasar la noche en ellos todo el que lo necesitase.

Asimismo, ninguna carretera tuvo que ser cortada. «En cuanto nos digan que los vecinos pueden volver, en función de la evolución y el control del fuego, los volveremos a acompañar hasta sus residencias», concluyó la portavoz.

Controlar el incendio era de vital importancia porque la zona está incluida por la Unesco en la Reserva de la Biosfera desde el año 2020 como zona núcleo de máxima protección y conservación de biodiversidad. El cerro del Castillo está compuesto –además de por pinares, encinas y robles– por jaras: la pegajosa y la de hoja de laurel, una especie que, además, prende con facilidad al ser un vegetal resinoso.

Allí mismo, hace trece años, resultaron arrasadas más de 36 hectáreas en un fuego intencionado posiblemente con el uso de un mechero. Este martes, maquinaria pesada, catorce dotaciones terrestres de Bomberos de la región, siete helicópteros y dos hidroaviones del Ministerio del Interior –detalló el viceconsejero del Interior Carlos Novillo– lucharon por contenerlo y lograron ponerlo en fase de control cinco horas después de desatarse. Los medios aéreos se desactivaron con la llegada de la noche y se activó la unidad de drones de Bomberos. Juntos trabajan por perimetrarlo y estabilizarlo cuanto antes.