Los daños han consistido, entre otras acciones, en la colocación de pitones en las puertas exteriores de algunas bases, así como en la inutilización de cerraduras de acceso a los edificios que sirven de base a las Brigadas Forestales.
No obstante, el caso más destacado es el de la base helitransportada de Valdemorillo, donde han llegado a sabotear un helicóptero Pegasus e incluso se han lanzado piedras a la base helitransportada.
Un riesgo para el dispositivo de extinción de incendios en plena temporada de fuegos
Alrededor de las 14.00 horas de este domingo, un total de nueve bases se encontraban inoperativas por la imposibilidad de acceder a los vehículos y a la ropa del personal como fruto de los sabotajes en las instalaciones. A las 17.00 horas, las bases de Cercedilla, Puebla y Moralzarzal seguían fuera de servicio, según han precisado fuentes de la Comunidad de Madrid.
Los sabotajes han sido puestos en conocimiento de la Guardia Civil al considerar que suponen no solo un perjuicio al patrimonio público, sino también un riesgo para el dispositivo de extinción de incendios en plena temporada de alto riesgo, comprometiendo por tanto la seguridad medioambiental y la integridad del personal.
De hecho, el pasado jueves las Brigadas Forestales de la Comunidad de Madrid tuvieron que intervenir en las labores de extinción de un incendio que se desató en la localidad toledana de Méntrida, pero afectó también a la región madrileña.
Desde el Ejecutivo regional han incidido en que no mantienen una relación contractual directa con los trabajadores de las Brigadas Forestales, siendo la empresa pública Tragsa la entidad competente en materia laboral. No obstante, desde la Comunidad de Madrid han señalado que están haciendo todos los esfuerzos posibles para restablecer el servicio y garantizar correcto funcionamiento.
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