Ayuso se revuelve contra el «fango» de la izquierda en plena escalada de tensión en la Asamblea de Madrid

El principal partido de la oposición, Más Madrid, ha acusado a Isabel Díaz Ayuso de ser un «virus de la democracia» y, fuera de los muros del Parlamento regional, ha desplegado lonas para culpar a la presidenta de los muertos en las residencias de mayores durante su pandemia, su tema preferido para tratar de desgastar al Gobierno regional, con una cifra que utilizan como arma política arrojadiza: «7.291».

En el PSOE, por su parte, Juan Lobato ha intentado hacer creer que Sánchez pretende un nuevo tiempo basado en el entendimiento y en la sustitución de los insultos por el diálogo y los acuerdos. Pero no ha colado y Ayuso se ha burlado de su tono de «telepredicador». «Es usted cómplice de Sánchez», le ha espetado. Y Vox, el tercer partido de la oposición en Madrid, ha repartido sus críticas entre Sánchez y Ayuso, lo que ha acabado por descolocar a la presidenta regional: «No entiendo el papel de Vox en el momento que estamos viviendo».

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Ayuso ya había caldeado el ambiente previo al pleno de la Asamblea en una entrevista en Cope, donde acusó a Sánchez es «el fango». «Todo ese fango sí que lo llevamos soportando otros muchos, no digamos la mujer del presidente Feijóo, y muchas otras personas del entorno del Partido Popular como ahora lo están haciendo contra la familia del juez, que lo único que ha hecho por ahora es abrir una causa para inspeccionar y ver qué está pasando en el caso de Begoña Gómez», denunció Ayuso.

El portavoz socialista ha visto una oportunidad para tratar de reforzar su perfil propio dentro del PSOE, basado en un talante alejado de la crispación y la búsqueda de acuerdos. Al menos en teoría. En cuanto ha tomado la palabra en la sesión de control de la Asamblea, Lobato ha sacado a relucir los muertos en las residencias de mayores en la pandemia y el millón de personas en listas de espera, en buen tono, eso sí. Ha pedido transparencia a Ayuso y ha recordado que Sánchez había planteado un punto y aparte en la política española. «O salimos del odio y de la mentira o nos vamos a cargar la democracia», ha avisado. «Yo voy a seguir siendo un activista del respeto y la educación en política», ha dicho y se ha ganado el aplauso de los suyos. «Y me comprometo a no entrar al trapo de las cosas que dice, pero no pondré la otra mejilla, le contestaré con firmeza».

«La presidenta de la Comunidad de Madrid se tiene que dedicar a gobernar y no a insultar ni a mentir, como ha hecho usted. El presidente del Gobierno no tiene cuatro palacios ni mil asesores, eso es mentira, eso es el fango del que hay que salir», ha asegurado Lobato, quien ha pedido a Ayuso que «salga del fango de una vez. »A los madrileños nos avergüenza cuando usted se dedica a mentir«.

Al menos, eso si, Lobato no ha mencionado en esta ocasión a la pareja de Ayuso ni a ninguno de sus familiares. Pero no le ha servido de nada, porque la presidenta, que le tenía ganas, nunca se ha creído eso supuesto perfil propio que busca el portavoz socialista.

«Nada nuevo. Como hace siempre, me trata con esa condescendencia y tono de telepredicador para darme ejemplo de democracia, mientras no deja de meter en sus argumentarios toda suerte de mentiras. Lo hace con las listas de espera y con el propio presidente», ha sostenido Ayuso, quien ha recordado cuáles son esos cuatro palacios: «Las Marismillas, La Mareta, La Moncloa y Doñana, pagados por todos los españoles. Dos Falcon y mil asesores, no he mentido». También ha reprochado a Lobato que siga «retorciendo el dolor de las víctimas de las residencias» y le recordó que tiene las actas a su disposición. «Pero pasan de ellas, no les importa, están en utilizar el dolor».

«Usted que ha estado plenos hablando de mi familia, retorciendo mi pasado, mi presente y mi entorno personal, está en el barro», ha acusado a Lobato, a quien reprochado que no defienda a los madrileños frente a Sánchez. «Si no se llega a poner al frente de la pancarta el domingo para ser el más sanchista se podía haber quedado fuera. Está preso de ese escaño y del sueldo que gana». El punto y aparte de Sánchez, precisó Ayuso, no es bajar el tono, sino la «persecución de jueces y de medios de comunicación». «Usted es cómplice de lo que se hace en La Moncloa».

Con Manuela Bergerot, han llegado los gritos y el tensiómetro se ha disparado. «Ayer fue un día de alivio para la democracia y un mal día para usted. Su máquina del lodo no lo puede todo», soltó la portavoz de Más Madrid. «¡Rabien, señorías del Partido Popular! Porque sus esfuerzos son en vano y hay Gobierno para rato. ¡Rabien!» «Los del 'que te vote Txapote' y 'me gusta la fruta' van a tener que aprenderse las reglas de la democracia», ha acusado Bergerot, quien cree que el PP es el responsable de convertir la Asamblea en un lodazal. Ayuso ha ironizado: «Uy, va a dejar con problemas auditivos a su compañera de escaño. Mire, hemos bajado el tono, comienza el nuevo tiempo...»