Amenaza de huelga y fugas de médicos en Primaria por las nuevas urgencias extrahospitalarias

El nuevo modelo de urgencias en Atención Primaria –que sustituye a los antiguos SUAP, que se cerraron al inicio de la pandemia para nunca más abrirse– fue planteado por los responsables de la Consejería de Sanidad a los sindicatos este verano. Incluía la reutilización para este fin de los 40 Servicios de Atención Rural –y su personal– que abren en zonas rurales de lunes a viernes tras finalizar la actividad del centro de salud donde se ubican, y las 24 horas los fines de semana y festivos; y de otros centros atendidos por estos profesionales o los del Summa 112 en distintos puntos de la región.

Las jornadas se reforzarían por las tardes, prolongando las horas de trabajo, y habría guardias voluntarias de noche y fin de semana. Está previsto reforzar «aquellos horarios y puntos con más actividad y mayor frecuentación de la población», aseguraban las autoridades sanitarias.

Pero el nuevo modelo no le gusta a los sindicatos del sector. En las tres reuniones que han mantenido desde el verano por este motivo, no se ha avanzado nada en su puesta en marcha; las organizaciones sindicales lo consideran una «imposición». Ángela Hernández, secretaria general del sindicato Amyts, hablaba de «situación desoladora» por el «tremendo empeoramiento de condiciones laborales» que iban a sufrir los profesionales, y denunciaba que «con el personal de 41 centros SAR» se quieran cubrir las necesidades de los 78 puntos de atención continuada.

Unas críticas que rechazan desde la Consejería de Sanidad, que dirige Enrique Ruiz Escudero: en este área explicaban que «con el nuevo modelo, los profesionales sanitarios de los SAR pasarán a hacer una jornada ordinaria de 1.642,5 horas anuales, que son 37,5 horas semanales, exactamente la misma que están haciendo el resto de profesionales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS)».

Para cubrir el resto de jornada complementaria que sea necesaria, y como novedad, se ofertará la misma «con carácter voluntario» al resto de profesionales de Atención Primaria: médicos, enfermeros y celadores.

El consejero Ruiz Escudero insistió en que la reestructuración se ha hecho en función de estudios que les indican «cuándo acuden con más frecuencia los madrileños en una jornada de 24 horas» a este tipo de urgencias, que son «un 90 por ciento en actividad diurna y un 10 por ciento en nocturna». Basándose en ello, promete que «se adaptará la jornada de los profesionales de los SAR intentando producir el menor cambio posible», de forma que lleguen «a las 37,5 horas semanales». Y las noches, «donde sea necesario, proponemos cubrirlas con carácter voluntario, como jornada complementaria».

El cierre de los centros de urgencias extrahospitalarias de Atención Primaria ha sido el motivo de decenas de manifestaciones y protestas, exigiendo su reapertura. Cuando la presidenta Díaz Ayuso anunció que tras el verano se abrirían parte de ellos, y algunos sólo con enfermera, las críticas arreciaron. Más tarde, se rectificó el anuncio por el de una reestructuración total con nueva distribución de personal, que daba lugar a los 78 puntos de atención continuada que tienen previsto abrirse en la semana del 24 de octubre. «Ellos también pidieron la reapertura de estos centros, y los partidos. Esperamos comprensión porque es un cambio de modelo que implica mucho a los profesionales».

Pero los sindicatos han rechazado de plano esta posibilidad, que a su juicio supone «aumentar la jornada laboral de los profesionales de 1.536 horas anuales a 1.642,5 horas anuales, la modificación radical de sus turnos de trabajo y una previsible minoración de sus retribuciones». Creen que se está queriendo «cerrar un asunto tan importante» con prisas. Y piden que se mantengan las condiciones actuales de trabajo de los profesionales de los 41 SAR –lo que incluye, dicen, «jornada, adscripción geográfica y funcional».

Y también quieren que se ofrezca a todos los profesionales del Summa 112 que trabajaban en los SUAP antes de la pandemia la posibilidad de incorporarse a los nuevos puntos de atención. Según una encuesta realizada por el sindicato Amyts entre profesionales sanitarios, 160 de 210 médicos del Servicio de Atención Rural están en contra de la reordenación de las urgencias extrahospitalarias; 128 se plantearían cambiar de puesto de trabajo si se sigue adelante con este plan; y 140 estarían dispuestos a ir a la huelga.