Jockey incorpora nuevos socios para reflotar el restaurante

Los miembros de la familia Cortés, entre quienes se encuentra Luis Eduardo Cortés —presidente del Comité Ejecutivo de Ifema— son los históricos propietarios del establecimiento, que han conseguido atraer a nuevos socios para acometer «una importante renovación» del emblemático restaurante. Según ha podido saber ABC, en la ampliación han entrado los empresarios Toledano y Carlos Aresti. Este último ha tomado participaciones, también recientemente, en el prestigioso restaurante sevillano Oriza. La familia Cortés considera este movimiento una primera fase. Después vendrán posiblemente nuevas ampliaciones de capital para dar entrada a más empresarios amantes de la buena cocina del mítico Jockey.

El objetivo de los accionistas se centra en mantener el concepto de cocina «de altísima calidad», tratando de conseguir al mismo tiempo «una nueva imagen de renovación y exclusividad». El proyecto, según informó ayer la empresa, tendrá la finalidad de devolver al restaurante a la cabecera de los puestos de la alta cocina española e internacional, «donde siempre ha estado situado».

La operación llega en un momento clave para el negocio y después de negociaciones a varias bandas que se habían venido realizando en el último año. La opción que más peso tomó fue la del tándem formado por los empresarios Arturo Fernández —presidente de CEIM y de la Cámara de Comercio, y recién nombrado vicepresidente de la CEOE— y Juan Abelló —vicepresidente de Sacyr-Vallehermoso—. Fuentes cercanas a ambos empresarios han confirmado a ABC que, en su momento, se llegó a presentar una «due diligence» (el análisis del negocio que se desarrolla antes de lanzar una operación societaria), aunque finalmente no prosperó. A pesar de que el Grupo Arturo —propiedad de Fernández— no participa en esta operación, su presidente ha confirmado a este diario que no cierra las puertas a «una posible incorporación» en el caso de que los propietarios de Jockey así lo solicitaran.

La ampliación de capital de Jockey se ha convertido en una buena solución de continuidad del negocio. En la operación que estuvo a punto de cerrarse en septiembre con Arturo Fernández y Juan Abelló, se valoró el restaurante entre cinco y seis millones de euros. En la operación se incluía tanto la deuda, como el pago a proveedores, así como el conjunto de la plantilla, formada por una treintena de empleados.

El problema de Jockey es que le ha afectado de forma considerable la crisis económica y la bajada de clientes. Los propios trabajadores llegaron a denunciar el impago de sus salarios durante varios meses, lo que ya ha quedado totalmente resuelto por la propiedad.