El Ayuntamiento ya aconseja usar Metro y bus por la polución
Los paneles informativos de la M-30 comenzaron a mostrar ayer mensajes aconsejando a los madrileños que dejen el coche en casa y utilicen el transporte público
Los paneles informativos de la M-30 comenzaron a mostrar ayer mensajes aconsejando a los madrileños que dejen el coche en casa y utilicen el transporte público. La medida llega al inicio de una semana en que la previsión meteorológica marca estabilidad atmosférica al menos ... hasta el jueves, un buen tiempo que puede disparar los niveles de contaminación, advierte el Ayuntamiento.
Sin lluvia ni viento y con inversión térmica —altas temperaturas en las horas centrales del día y frío intenso por la noche—, no hay manera de limpiar el aire de la capital. Si los contaminantes siguen acumulándose, explican fuentes del área de Medio Ambiente, podrían llegar a superarse los límites marcados.
Para que esto no ocurra, el Gobierno local recomienda usar el transporte público. «Es —explican en Medio Ambiente— el paso previo al aviso a la población», y se lanzó por la tarde de ayer, la hora de vuelta a casa de la mayor parte de los madrileños, para que muchos lo vieran desde sus coches y se plantearan no utilizar al día siguiente el vehículo privado, para no complicar más la situación.
Los datos de la red de calidad del aire daban valores ayer, a las 19.57 horas —cuando se produjo el aviso «preventivo»—, buenos en la media de la ciudad en todos los contaminantes. El mapa por estaciones, consultado a la misma hora, marcaba puntos amarillos —«contaminación admisible»— en las de Arturo Soria, avenida de Ramón y Cajal y plaza de Castilla. El índice de calidad del aire en Madrid marcaba niveles verdes —«bueno»— en todos los contaminantes, menos en dióxido de nitrógeno, en color amarillo —«nivel admisible».
Desde el área de Medio Ambiente insistieron en que la medida tenía «carácter preventivo», para evitar que en los próximos días, con la estabilidad atmosférica que va a reinar, la situación empeore. La normativa marca que, superados ciertos límites, se active primero el aviso a la población, y después la alerta.
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