Rayos láser y recreaciones 3D para restaurar al milímetro los frescos del Oratorio de la Villa

Jorge Miranda, técnico de la empresa Tecnitop desde hace 14 años, manipula el láser escáner , una esfera blanca que lanza un rayo (invisible para el ojo humano) al tiempo que gira sobre sí misma. «En un minuto recoge 40 millones de puntos de todo lo que tiene alrededor, luego hace un segundo giro con cámaras chiquititas para tomar la imagen y así la nube de puntos además tiene color», explica. Pero la calidad de la información que proporciona el láser escáner es insuficiente y debe combinarse con fotogrametría . «Lo acompaña una cámara de 42 megapíxeles para generar un ortomosaico con una resolución de 200 micras por píxel», continúa el experto, «eso es una salvajada».

Así se fusionan pasado y futuro bajo los frescos encargados en 1696 al pintor Antonio Palomino , un magnífico conjunto en el que el cordobés bebió de la iconografía del napolitano Luca Giordano para exaltar el poder divino de los Austrias a lo largo de tres bóvedas, maltratadas por los años y restauradas en varias ocasiones. Sin embargo, la enésima reforma de este inmueble Bien de Interés Cultural (BIC) contará por primera vez con un concienzudo trabajo previo de documentación gráfica y tridimensional que el ayuntamiento ha adjudicado a la empresa Tecnitop por 14.507 euros.

Los datos recogidos por el láser escáner y la cámara con sensores RGB se transfieren en tiempo real a sendos ordenadores en una sala anexa a la capilla, donde aparecen las primeras recreaciones en tres dimensiones con todo lujo de detalles . Miranda y otro técnico apenas tardan un par de días en confeccionar los diseños finales, una suerte de oratorio digital que se puede manejar a placer, ampliar, voltear, cortar en secciones... «Cada punto es un quinto de un milímetro... el nivel de detalle te permite trabajar con el modelo sin tener que venir aquí», asegura Miranda, que ha empleado las mismas técnicas en cuevas de arte rupestre, yacimientos arqueológicos y centrales nucleares.

El estudio de Tecnitop destapará cualquier desperfecto: variaciones milimétricas en los alzados que descubran posibles bolsas de humedad o zonas hundidas con material de peor calidad. A partir de esa información, el Área de Cultura, Turismo y Deporte del consistorio, en colaboración con el Instituto de Patrimonio Cultural (dependiente del Ministerio de Cultura), redactará en la segunda mital del año el proyecto que rejuvenecerá las pinturas barrocas. Las obras costarán 265.000 euros a las arcas municipales y se alargarán nueve meses . «La restauración no es rápida, requiere mucho rigor y cuidado», puntualiza a ABC la jefa del departamento de Conservación del Patrimonio Cultural, Blanca Mora. El plan es que, el próximo año, el oratorio hasta la fecha bajo candado se abra al público.

«El ayuntamiento tiene claro que todo su patrimonio se lo debe a la ciudadanía y quiere devolverle lo que es suyo», asevera Mora. Este 2022, el consistorio ha incluido por primera vez la histórica Casa de la Villa , con su recargado Salón de Plenos y su irisado Patio de Cristales, en el programa de visitas guiadas Pasea Madrid , que empezó el pasado 1 de abril con 33.000 plazas. Y antes de junio de 2023, previsiblemente, los madrileños podrán contemplar en estos itinerarios culturales el oratorio y sus murales rehabilitados.

El primer paso, la toma de datos, ha concluido. La documentación con fotogrametría y láser escáner es «bastante pionera», afirma Mora; al menos, a nivel municipal . La combinación de sendas técnicas ya está más que extendida en el sector privado. El uso del láser escáner, no solo enfocado al patrimonio, arrancó hace 15 años y la tecnología ha evolucionado desde entonces.

«El láser escáner ahora toma en un minuto lo que antes tardaba una hora», cuenta Miranda, «hace años la técnica era bastante complicada, requería mucho conocimiento de los equipos; ahora con una formación de un par de horas ya puedes manejarlo, tiene un ‘software’ muy intuitivo». Hace años, por mucha calidad geométrica y de imagen que proporcionara la geomática —la ciencia que captura y analiza información geográfica—, el ayuntamiento no habría podido sacar partido de estas investigaciones. Ahora sí.

«Nos encargamos de cómo hacer que el cliente tenga los datos de una forma sencilla», precisa Miranda, que juega en su portátil con el resultado de las nubes de puntos y las fotografías, fundidas en modelos virtuales que se pueden manosear en aplicaciones de libre acceso. En otras palabras, el ojo experto del restaurador que examine el Oratorio de la Casa de la Villa podrá descubrir diferentes tipos de pigmentos y pinceladas, el estado de la estructura y sus patologías, incluso la huella de intervenciones anteriores. A través de una pantalla.