El PSOE teje otra ‘Operación Illa’ para recuperar poder en Madrid

Gabilondo dejaría un hueco importante por llenar. No sólo es el portavoz del grupo, sino el cabeza de cartel en las dos últimas convocatorias electorales. El partido puede elegir ahora un sustituto para la portavocía y dejar para más adelante la decisión sobre el candidato electoral. Muchos en la formación creen que es lo que hará; el propio Franco parecía apuntarlo ayer: «El sustituto como portavoz tiene que salir de la Asamblea; el candidato se elegirá por primarias y faltan aún dos años para las elecciones».

Tras las elecciones catalanas se ha acelerado el acercamiento entre PSOE yPP sobre la renovación de cargos en el Consejo General del Poder Judicial o el Defensor del Pueblo. Un acuerdo que, de confirmarse, sacaría a Gabilondo del parlamento regional. El PSOE iniciaría entonces una versión madrileña de la ‘Operación Illa’, en busca de ese mirlo blanco que les permita mejorar sus resultados electorales y conquistar el poder en la Comunidad de Madrid. Algo que no han conseguido en décadas.

De hecho, las experiencias previas abundan en un modelo que prácticamente siempre ha fracasado: el del paracaidista, ese político que cae del cielo como número uno de una lista electoral en un espacio político en el que no ha desarrollado su actividad.Ejemplos hay muchos. En el Ayuntamiento recaló en el 95 Enrique Tierno Pérez-Relaño, hijo del ‘viejo profesor’, pero su efecto en la lista electoral no fue muy grande: los votos al PSOE cayeron al 27,8%, siete puntos por debajo de los anteriores comicios. En el año 99 se apostó por Fernando Morán y el ex ministro elevó el listón hasta el 36 por ciento de votos, pero tampoco logró la Alcaldía.

En 2003, el experimento tuvo nombre de mujer, Trinidad Jiménez, con Enrique Barón como compañero en la lista. Tampoco lograron el sillón de alcalde. Miguel Sebastián lo intentó en 2007, con un jovencísimo Pedro Sánchez ayudándole en la campaña madrileña, pero su resultado fue tan flojo que ni siquiera recogió el acta de concejal. Sánchez sí se quedó como edil, hasta septiembre de 2009, cuando lo dejó para ser diputado en el Congreso tras la marcha de Pedro Solbes.

En las elecciones para la Comunidad de Madrid tampoco funcionó. Cristina Almeida lo intentó encabezando una lista de Coalición PSOE-progresistas, en 1999, sin éxito. Gabilondo ha sido, de hecho, la única figura de talla nacional a la que le fue bien el salto a Madrid; tuvo un resultado digno en 2015 y en 2019 ganó las elecciones, colocando al PSOE como el partido más votado, algo que no ocurría desde 1987.

Su marcha ahora obligará a buscar un nuevo portavoz para el PSOE en la Asamblea. Que no tiene porqué ser el futuro candidato, insisten en el PSOE. De hecho, las fuentes socialistas consultadas apuntan más bien a esa segunda opción, que ahora se elija un portavoz y se vaya madurando la figura futura de cabeza de cartel, teniendo en cuenta que faltan dos años –salvo que se produzca un adelanto electoral, una opción cuya llave tiene Díaz Ayuso – para los comicios autonómicos.

La persona a la que todos miran como más probable portavoz, si se marcha Gabilondo, es José Cepeda. De hecho, ya fue aupado por la Ejecutiva de su partido para la portavocía adjunta –que comparte con Pilar Sánchez Acera– hace varios meses, precisamente con este fin. Pero no le ven recorrido más allá de ese puesto.

Es más, veteranos diputados del PSOE coinciden en que «en realidad sólo hay una opción» si se piensa en un sustituto que pueda ser cabeza de lista, y es Pilar Llop , actual presidenta del Senado y senadora por designación autonómica. Una persona con talla, experiencia en Madrid y el relieve de ser la cuarta autoridad del Estado.

Se han lanzado muchos nombres a esa quiniela, entre ellos ministros bien valorados como Margarita Robles, José Manuel Rodríguez Uribes o Reyes Maroto. Estos dos últimos han sido diputados regionales, de hecho. Pero «ninguno lo es ahora y esa es una condición indispensable para ser portavoz del grupo», recuerda un militante socialista. Llop, en cambio, sí lo es.