Gabilondo, un líder cuestionado que puede ser Defensor del Pueblo

Un acuerdo PSOE-PP le abriría la opción de poner fin a su carrera en un nuevo destino

El portavoz del PSOE en la Asamblea, Ángel Gabilondo (dcha), junto al portavoz adjunto, José Cepeda JAIME GARCÍA

Sara Medialdea

15/11/2020 a las 00:32h.

Ángel Gabilondo ganó las elecciones autonómicas en Madrid en 2019. Dio al PSOE la primera victoria en la región después de 24 años. Pese a ello, sus formas de hacer oposición inquietan y preocupan en su propio partido, y son puestas en ... cuestión una y otra vez. Él mantiene el tipo y la coherencia con lo que ha sido su desarrollo vital hasta ahora. evita comentar las «quinielas» que le sitúan una y otra vez como Defensor del Pueblo, en un próximo futuro.

¿Qué es y para qué sirve el Defensor del Pueblo?

Para ser Defensor del Pueblo e s necesario obtener una amplísima mayoría en el Congreso: tres quintos de la Cámara, algo que requiere de un consenso casi impensable hoy en día. El cargo lo ocupa de forma interina, desde 2017, Fernando Fernández Marugán. Gabilondo no hace ascos a esta responsabilidad, aunque en su entorno insisten en el mismo mensaje cuando se pregunta sobre ello: él ahora está centrado en su labor de oposición en la Asamblea.

Cerrar una etapa

Entre los populares, sin embargo, cunde la idea de que el portavoz socialista en la Asamblea estaría encantado porque «se llegue a un acuerdo PSOE-PP para la renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Defensor del Pueblo». Están convencidos de que «quiere acabar allí su carrera» . Un destino que tampoco desagrada en el PSOE; así lo reconocía meses atrás el secretario general de los socialistas madrileños, José Manuel Franco, que decía en Onda Madrid que eso «sería una magnífica noticia;tiene el apoyo del PSOE para ser Defensor del Pueblo y lo que quiera ser».

Una salida de oro para quien ha sido ministro primero en un Gobierno socialista, y que después fue llamado por Pedro Sánchez como candidato que «salvara» una muy mala situación en el partido en Madrid. Él llegó con su aire de profesor despistado y sus maneras pedagógicas. Modos de actuar poco afines con los tiempos de prisas y superficialidad que vive la política.

De las redes sociales –que muy raramente funcionan de forma espontánea– vino el penúltimo ataque a Gabilondo y su estilo, en forma de durísimas críticas por una oposición inexistente, decían. Socialistas destacados reconocen que su papel de líder de la oposición en la Asamblea –como cabeza del partido más votado– se ve difuminado cada pleno por los ataques furibundos y las frases contundentes que dedican a Ayuso y sus políticas los portavoces de Más Madrid y Unidas Podemos. Mucho más ruidosos que el siempre comedido catedrático de Metafísica .

Su equipo defiende su idiosincrasia , que según recuerdan, les dio el triunfo en las elecciones de 2019. Quizá tras esa reflexión, el partido optó en el verano por otra vía: recolocar el grupo parlamentario ascendiendo a portavoz adjunto al diputado José Cepeda. Que niega ser el «poli malo» en este tándem con Gabilondo:«Yo vengo a hacer mi trabajo, complementando ese espacio que estaba vacío desde que José Manuel Rodríguez Uribes –el anterior portavoz adjunto– fue nombrado ministro de Pedro Sánchez».

El PSOE ha decidido promocionarle, dándole cada vez mayor protagonismo en la vida pública madrileña. Él no quiere dar pábulo a las críticas a Gabilondo: «Es un tipo muy adecuado a la sociología madrileña. No hacer actuaciones circenses no significa dejar de ser efectivo en su trabajo parlamentario. Veo en él una persona sensata y coherente, que no utiliza palabras malsonantes; no lo veo blando, tiene su propio estilo. Tiene mi máximo respeto: él nos ha hecho ganar las elecciones».

En cuanto a la «blandura», corta en seco: «Eso de las valoraciones de quién es blando o duro es todo una broma. En el PP también los hay más o menos duros: ahora Enrique López es el hombre duro del Gobierno de Ayuso , y lo confrontan conmigo».